Hace algún tiempo se llamó Forties, y así como el nombre, su carta ha sufrido remodelaciones y cambios, evolución e innovaciones, en algunos casos favorables pero en otros desaconsejables.
¿Qué destacaría de este bar/restaurante? Sin duda alguna su personal es el punto fuerte del bar, en general el trato es cordial, amable y cercano, creando un buen ambiente, necesario para deleitarnos con sus platos. Las copas y postres el otro pilar que mantiene el bar en uno de los mejores para este género.
La carta la tengo más que probada, tengo que destacar el bacalao dorado, un exquisito revuelto de bacalao con una presentación limpia y apetitosa, las patatas pajas destacan por ser las típicas en Portugal, (origen de este plato), ya que en muchos bares usan patatas cortadas en rodajas o bastones.
El timbal ¿Qué decir de él? Exquisito, es un sabor que a los que nos gustan “el verde” nos deleitamos con este plato. Es un básico, ya que no es algo que no se pueda hacer en casa en un momento, pero con un toque de frescura que envuelve nuestra boca y nos pide más, no todos sabemos dar ese punto que hace de algo común eso tan diferente.
La tapa de Foia es abundante, y aunque los he probado mejores, no está mal para aquel que se inicia en ese mundo, junto con distintas mermeladas y compotas, untado en rebanadas de plan tostadas, es un bocado aceptable para paladares exigentes.
No se me puede olvidar citar entre lo destacado, los risottos, no sé como describir con exactitud su sabor y su intensidad, desde luego si te gusta el arroz te costará decantarte entre las dos variedades que hay.
En contraposición, tengo que deciros que el revuelto cortijano no tiene por donde cogerse, los sabores se mezclan sin armonía, la textura es desagradable, sin duda alguna es el plato que peor calificación se llevaría.
El wok de verduras y pollo necesita una notable mejora, para este tipo de platos se necesita manejar y controlar el wok totalmente para que las verduras no salgas ni crudas ni demasiado hechas y este es un punto que aun no alcanzan, además la salsa de soja está demasiado salada y en una cantidad que más parece un plato de cuchareo que de tenedor.
Respecto a la comida en general es notable mi aprobación en este bar, ya que como venos en su mayoría, las cualidades que aportan son satisfactorias, pero respecto a los postres y las copas se llevan la matrícula de honor.
Os recomiendo que pidáis un Brownie, que al ser un clásico es fácilmente detectable cualquier fallo, en este caso, el resultado es increíble. Y las copas…no hay palabras, una gran carta de Gin tonics nos dan la bienvenida si queremos disfrutar de un momento ameno con amigos o familiares, preparados con la mayor de las atenciones, Nando, nos prepara unos cócteles que nos dejaran embelesados. Si no te gusta la ginebra, puedes escoger entre un gran surtido de marcas de Vodka, Ron o whisky.
Valoración:
