Bar de tapas y pinchos Lizarran

Aunque este, sea mi primer post en este blog, voy a empezar con una mala experiencia que he tenido en un famoso bar de tapas, o mejor dicho de pinchos, en Sevilla: Lizarran.

No sé vosotros queridos lectores y seguidores de El Tapeador cómo lo hacéis, pero yo cuando voy a un nuevo sitio, como en este caso ha sido el Lizarran, me fijo y mucho en todos los detalles: el diseño del local, la comodidad de las mesas, la presentación de los camarero/as, etc., pero sobre todo y eso influye mucho en la evaluación de mi experiencia; la presentación de la carta.

Para mí la carta de un restaurante o incluso de una cafetería es tan importante como lo puede ser por ejemplo la limpieza del local, es la carta de presentación del establecimiento y es lo segundo que ve el cliente al entrar y le ayuda en el proceso de toma de decisión, por lo tanto tiene que estar muy cuidada y muy bien presentada.

En el caso de nuestro local, Lizarran de la Plaza del Duque, no hay nada que reprocharles ni al diseño del bar ni a la presentación de los camareros, y la carta era simplemente perfecta: poca oferta (ayuda a decidirse), y fotos de los platos en tamaño bastante grande.

Pues bien hasta el momento todo parece perfecto y a primera vista es un sitio de estos que me gustan hasta que...¡llegó el momento de elegir pinchos!

Éramos dos personas sin mucha hambre, escogimos dos pinchos cada uno y una ración para compartir: Pincho de tres quesos, pincho de anchoa, lechuga, tomate y queso fresco, pincho de queso philadelphia con chocolate derretido y nueces, y para terminar un pincho que tenía un bloque de algo parecido a paté encima de ensaladilla rusa.

El veredicto señoras y señores: el pincho de 3 quesos es más que recomendable, será porque es uno de los que no elaboran en la cocina ya que el queso viene preparado de fuera y por naturaleza sabe bien. Y el otro buen pincho es el de queso philadelphia con chocolate y nueces, por las mismas razones poca elaboración en la cocina y aunque no pegue por su sabor a dulce como plato principal o entrante, se recomienda.

 Por lo demás, el de ensaladilla era complicado de comer y muy cargado, y el de anchoa el problema estaba en la misma porque estaba demasiado salada, sin ningún toque de acidez (limón), y con un sabor muy pronunciado de pescado azul crudo.

Ahora pasamos a "le plat de resistance", era una ración cuyo nombre se me ha olvidado (algo de mar y montaña...). Primero, sorprende el tamaño de "la ración" que bajo mi propia experiencia seria una media ración en otros sitios de tapas; era una mezcla de pollo, champiñones y calamares fritos con salsa mahonesa con curry. A ver... señores...¿quien ha oído hablar antes de salsa mahonesa con curry? Normal que no sea muy conocida, ya que es una de esas salsa que la pruebas la primera vez y bueno... ni fu ni fa, y ya a la siguiente cucharada estas pensando en dejar el plato porque le han puesto demasiada salsa. Tengo que reconocer que el calamar estaba muy tierno para ser calamar frito, no era de esos que no terminas de masticar bien o de los otros que se quedan demasiado blandos.

Para acabar, solo quiero decir que tengo un paladar muy exigente, soy de los pocos que piensan que macarrones con tomate es sólo un plato que te preparas cuando estas cansado y no quieres cocinar o cuando te has quedado sin blanca y es lo único que hay en la cocina (soy estudiante y ya he vivido esta situación), pero nunca es un plato buenísimo porque es soso y le falta algo de estructura.

En fin no creo que vaya a volver a comer de nuevo en el Lizarran porque le ha faltado mucho para que haga que vuelva a querer probar su menú, simplemente es Psssé.

Valoración:

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Kiosko Hombre de Piedra

Terraza del Kiosko Hombre de Piedra

Ultimamente en El Tapeador parece que no tenemos mucha suerte a la hora de elegir bares donde tomar algo, el otro día decidimos probar el Kiosko Hombre de Piedra, en el centro de la enorme Plaza de La Alameda de Hércules, y el resultado fue bastante pobre.

Calamares Fritos

El Kiosko Hombre de Piedra tiene una amplía terraza, el interior es pequeño ya que está pensado para disfrutarlo fuera. Los baños están detrás del local en sí, tienes que pedirle la llave al camarero lo cual es un engorro, y además no suele estar muy limpio porque es mixto.
El servicio no está mal aunque tampoco es algo que quepa destacar.

En cuanto a la comida es una decepción total. Pedimos un poquito de todo ya que la carta es muy amplía y apetece probar varias cosas y así variar. Los calamares fritos fueron una de nuestras opciones, bien fritos y con un tarrito lleno de salsa blanca que creíamos alioli, pero no, era mayonesa insípida, además venía también acompañado por una pasta rara con demasiado cilantro que sabía a rayos.
Nachos con queso fue otra de nuestras opciones, una tapa nada barata que traía 8 nachos, sí, 8 nachos con queso gratinado por encima; fue el timo de la noche.

Nachos

Lasaña de Espinacas y Salmón

Lasaña de espinacas y salmón fue otra de las tapas que pedimos, la mejor si lo queréis saber, la verdad es que no era una cosa sublime, y salmón tenía poco o nada, pero estaba bien.
Y el Magret de Pato asado con salsa de miel fue nuestra última opción, demasiado crudo, no estaba en su punto pero se dejaba comer y estaba sabroso, demasiado dulce quizás.

Magret de Pato

He tenido la oportunidad de ir al Kiosko un par de veces y todas he salido un poco decepcionada, la Hamburguesita de Buey es diminuta y te la ponen con unas cuantas patatas pajas, ¿tanto cuesta aderezar el plato con algo más si la carne en sí es tan pequeña? son un poco ratas con las raciones, teniendo en cuenta que ninguna baja de los 3€. Eso, señores, deja descontentos a los clientes.

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El Badulaque

Como es costumbre en El Tapeador seguimos analizando bares y restaurantes, esta vez andamos por La Alameda de Hércules como no es raro en nosotros, hoy os contamos nuestra experiencia en El Badulaque.

"Papas bravas...con tomate"

El Badulaque es una pizzeria, heladería y ahora también "parrillería" en pleno centro de Sevilla.
El otro día, día además de partido decidimos aprovechar el buen tiempo que hacía y que era de los pocos sitios por la zona que tenían algo de sitio libre e hicimos una cenita familiar improvisada.

Pedimos todos para picar y aunque salimos saciados la comida, sinceramente, podría haber estado mucho mejor.
Para abrir boca pedimos un par de platos de papas bravas y otro par de nachos con queso y guacamole.
Las patatas eran congeladas, en forma de gajos, y la salsa "brava" que lleva por encima era tomate, digo tomate porque era rojo anaranjado y sabía a tomate, lo que está claro es que salsa brava no era, además no estaba ni lo más minimamente picante.

Lasaña

Los nachos eran típicos nachos con queso gratinado por encima, estaban bien, dentro de la norma. El guacamole venía en unos pequeños tarritos, estaba muy bueno para mojar los nachos de abajo, esos que siempre se quedan sin queso y sin ná. El problema es que era más que escaso, apenas pude probarlo.
Pedimos también un plato de lasaña que puedo decir sin dudar que fue lo mejor de la noche, estaba en su punto, el queso (cheddar entre otros) derretido y riquísimo, la carne sabrosa y además la cantidad era generosa.

Para seguir la cena, como éramos muchos y no teníamos ganas de complicaciones pedimos cuatro pizzas variadas, una Serrana (con rúcula y jamón serrano), una Estrellada (con champiñones, jamón york y un huevo en medio), una Barbacoa (con ternera y salsa barbacoa) y una Hot (con jalapeños y chorizo).
He ido varias veces al Badulaque a lo largo de mi vida y lo recordaba bastante mejor, las pizzas eran gruesas y la masa estaba un poco blanda, los ingredientes estaban buenos pero fallaba el grosor y el tiempo de hornear, que debería haber sido más, lo curioso de todo esto es que tardaron bastante tiempo en servirlas.

Pizza Barbacoa

Pizza Hot

Sobre las bebidas, pedimos cervezas y refrescos que estaban bien, el problema es que los camareros no daban a basto y como suele pasar estos días había falta de personal, por lo que eran algo lentos. No pedimos postres pero algún helado de la heladería adyacente cayó, buenos pero no al nivel de una verdadera heladería italiana.

El precio fue de 13€ por cabeza, lo cual no está nada mal para como nos pusimos, además sobró pizza. Eso sí, a la comida en general le faltaba un hervor.

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Casa Paco

Casa Paco es uno de esos pequeños locales que hay por la Alameda, con muchas mesitas de madera y que en un principio puede no llamar la atención, pero que es seguro que si lo pruebas volverás.
El local como digo no es muy amplio, alargado y con poquito espacio, por eso lo ideal es estar fuera si el tiempo lo permite.
El personal es algo a destacar, lo voy a decir, son raros de cojones. Algunos parecen mudos, otros son majos, otros desagradables y es todo muy peculiar, pero habitualmente no sirven mal...aunque tampoco especialmente bien.

Sobre la comida, he ido muchas veces a Casa Paco y hay platos mejores y peores, pero en general todo está muy bueno, trabajan mucho con verduras, aunque no por eso son platos ligeros ya que suelen aderezarlas con miel, caramelo o mucho, mucho queso.


El viernes pasado pedimos unas berenjenas con queso de cabra que podéis ver en la foto que adjunto, tenían piñones por encima (no me molan los piñones) y aunque sabroso demasiado dulce para mi gusto.

También pedimos un calabacín gratinado, hay que decirlo, estaba muy de puta madre y era delicioso con la textura suave del calabacín. De cualquier modo si lo piensas tampoco es que pueda estar malo un calabacín con queso por encima  ;)

La delicia de la noche fue este filete atún con salmorejo (siento la calidad de las fotos, Casa Paco tiene una terraza realmente oscura), el atún estaba para morir, pero eso sí, la tapa era muy muy limitada, apenas para dos bocados.
Por el contrario, la tapa de papas revueltas con huevo es bastante grande para lo que cuesta y ya se sabe que unas papas revueltas las hagas como las hagas están de muerte.

El sitio no es especialmente barato pero no es para nada caro, las tapas rondan entre los 2,50 y los 4,50 según lo que pidas y no suelen ser pequeñas si pides papas, huevos o verduras. Hay una variedad estupenda y se antoja pedirlo todo de la carta. ¡Probadlo!

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Dúo Tapas

Plaza del Carmen

Terminando la calle Calatrava encontramos el Dúo Tapas con una amplía y estupenda terraza en la placita conocida como "Del Carmen" este bar de tapas y su amplia variedad de cocina mediterránea fusionada con toques picantes, marroquíes y originales hará las delicias de todos.

Papas Bravas

Me gusta ir al Dúo Tapas de vez en cuando, está bien de precio (media de 3,50 la tapa grande) y se come genial, además tienen variedad de vinos para elegir, las tapas son grandes aunque no lo parecen, y siempre sales de allí muy saciada.
En invierno ponen unas "chimeneas" con fuego en la terraza por lo que se está muy a gusto, en verano sombrillas para que no abrase el sol sevillano. En el Dúo Tapas cuidan la decoración, la carta es una pizarrita muy bien escrita con diferentes colores y tienen variedad aunque no desbordante. La cuenta la traerán en una latita de conservas y la carta de postres está escrita sobre una botella de vino.

Al lío, de entrada recomendaré la ensalada de la casa con queso de cabra, tened presente que es muy grande ya que es para compartir, no una tapa. Si preferís algo más pequeño para poder probar más cosas y no llegar al plato fuerte demasiado llenos pedid las clásicas patatas bravas nada clásicas, la salsa parece casera, y aunque no es demasiado picante está exquisita, las patatas vienen cortadas en gajos grandes y el cuenco trae más cantidad de la que parece a primera vista.

Verduras en Tempura

Huevos con morcilla

De comer los Tallarines con verduras están buenos aunque me los esperaba mejor, y me da a mi que las verduras son de bolsa y no cortadas por ellos, sin embargo la tapa estrella fueron los huevos estrellados con morcilla, lo sirvieron en una mini sartén o cazuela, la morcilla de arroz no es la mejor que he probado, pero en conjunto el plato estaba de muerte, los huevos, las patatas y la morcilla todo revuelto, para chuparse los dedos.

La verdura en tempura también es una buena opción, muy bien frita y nada aceitosa y una cantidad considerable servida sobre una bandeja de piedra con un poco de miel o caramelo por encima.
Como colofón os diré que si os gustan las comidas un poco más fuertes de sabor el risotto estaba estupendo, quizás con demasiada nata y queso pero sabroso.

Otras tapas que os puedo recomendar sin entrar en profundidad son el pollo al curry con arroz, la hamburguesa Elvis, las alitas de pollo o las clásicas croquetas.
Sobre los postres os diré que sin duda los probéis, ayer pedimos una tarta de queso casera que es sin duda de las mejores que he probado, nada ligera pero buenísima, con su galletón debajo. Además pedimos el souffle con helado, una especie de brownie muy ligero de textura, caliente, y para acompañarlo el helado de vainilla, la tarta de queso estaba mejor, pero el soufflé también fue un éxito rotundo.

Soufflé

Los Dueños del Dúo Tapas lo son también del Sidonia y del Gigante, todos ellos en la Alameda.

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Patio San Eloy

¿Quién no conoce el Patio San Eloy? En pleno centro de Sevilla, concretamente en la calle San Eloy podemos encontrar este típico bar sevillano que por sus buenos precios, su buena ubicación y su popularidad siempre está de bote en bote.

Solomillo al Whisky

El patio es un buen sitio para probar la gastronomía popular sevillana y andaluza, hablemos del local. Amplío, con dos plantas, mesas de madera, barras laterales y lo más original son las gradas, tres o cuatro grandes escalones con azulejos típicos sevillanos, que sirven a modo de gradas donde la gente se sienta y come como si estuviera en un antiguo teatro. Algo que no me gusta es que no suele estar nunca del todo limpio. Tampoco tiene mesas fuera, sólo un par de barriles para apoyarte.

Sobre el servicio, los camareros no sirven en las mesas, por lo que debes ir a la barra a pedir, como en todo buen bar se sirve rápido, todo está muy estudiado y no se cocina, todo está preparado para calentar y servir sobre la marcha (menos los fritos), por lo que normalmente no hay que esperar apenas nada.

Montadito Sevillano

Los precios son buenos, aunque tampoco es que te pongan de comer calidades supremas, pero para ir de vez en cuando no está nada mal, además ahora cuentan con muchas ofertas, cubos de botellines o botellín más montadito (2,50€) por precios más que asequibles.

Hablemos de la comida; mucha fritanga, pescado, flamenquines, croquetas, solomillo al whisky y todo lo más "tipical spanish" que te puedas echar a la cara, el problema: que todo es aceptable pero nada está para chuparse los dedos tampoco. Cuando voy suelo pedir montaditos (los mejores Sevillano y el Serranito), que tienen una amplia variedad o tapas frías, aliños, ensaladilla... Si gustas también tienen chacinas y algo de marisco (normalmente gambas) a precios asequibles, por lo que no son magníficos pero bueno, siguen siendo jamón y gambas.
Su punto fuerte: la cerveza cruzcampo fresquita, el punto débil: la comida no es nada del otro mundo.

El Patio es una franquicia del grupo San Eloy y hay varios en Sevilla (Triana, Mateos Gago,,,). También sirven desayunos. Aquí os dejo su web oficial por si queréis echar un ojo.

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Restaurante Jacarandá (Especial Higuera de la Sierra)

Este puente del Corpus tuve la inmensa suerte de poder irme a desconectar a la sierra, estando allí probé un restaurante al que sin duda pienso volver, os hablo de Jacarandá, en la misma Plaza del Ayuntamiento del pequeño pueblo Higuera de la Sierra (Huelva).

El Restaurante Jacarandá es un lugar típico, con decoración rústica combinando la extraña sensación de restaurante de pueblo rural con la cocina moderna y novedosa. Es amplio, tiene las conocidas máquinas tragaperras y los helados con sus carteles para elegir, una barra y algunas mesas de madera, pero a parte tiene un patio decorado con mesas y sillas de enea, muy andaluz, con sus macetas y sus azulejos rojos. Allí decidimos comer ya que el clima acompañaba y el lugar era apetecible y tranquilo.

El servicio fue estupendo, nos atendió una chica extranjera muy educada y simpática. Para beber pedimos cervezas y refrescos y el primer punto a favor empezó aquí, nos pusieron las cervezas en copas enormes de vino, fresquísimas y exquisitas.

Para cenar pedimos Migas con huevo, dos raciones, estupendas. Presentado como un buen plato lleno de migas con dos huevos encima (en la segunda ración le dijimos que nos pusiera tres huevos y no hubo problema), estaban buenísimas, un poco saladas.

Aparte decidimos pedir una ración de presa ibérica a la brasa con patatas, la sirvieron en un gran plato, cortadas en pequeños trozos con sal por encima y todas las patatas debajo, las patatas además de ser cortadas a mano estaban fritas en aceite de oliva. La carne estaba muy sabrosa, pero de nuevo un pelín salada.

Para rematar la faena pedimos una tapa de cabrillas, la presentación fue en la típica cazuelita de barro, las cabrillas ardían y estaban exquisitas, bastante picantes pero buenísimas, eso sí, la tapa era muy escasa.

No probamos los postres porque la verdad es que con las tres raciones y la tapa no podíamos más, estábamos llenos y satisfechos, y más satisfechos aun nos quedamos cuando llegó la cuenta, pagamos 10 € por persona (éramos cuatro).

Pienso volver en cuanto pueda, y además me quedé con muchas ganas de probar gran parte de la carta que me ofrecieron, recuerdo flamenquín crujiente, berenjenas fritas con miel y solomillo de buey, aunque nos dieron una larga lista de tapas y raciones.

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Bar-restaurante Las Columnas

La entrada de hoy es de uno de mis bares asiduos. De diez veces que puedo ir a La Alameda, creo que seis termino tomando algo ahí. Hablo del bar Las Columnas. A mí me gusta mucho, aunque reconozco que cosecha por igual críticas y alabanzas.

Fachada del bar Las Columnas 

Situado en la Alameda de Hércules, con una gran terraza al solecito, es un bar de toda la vida que se ha hecho un hueco entre los nuevos bares chics que se han ido abriendo a su alrededor. Su decoración naranja sigue intacta año tras año y ya se ha convertido en una de sus señas de identidad.

También sus camareros llevan allí toda la vida. A veces son un poco cascarrabias pero unos grandes profesionales.

Y ahora pasemos a lo que nos interesa... ¡la comida! Su carta es amplia y variada: bocadillos, tapas frías, pescados, chacinas, fritos y montaditos.

Serranito de cerdo "muy hecho" 

El (Mi) plato estrella es el serranito. Rara es la mesa en la que no hay un ejemplar. De cerdo o de pollo, tú eliges. A mí me encanta el de cerdo muy hecho, y es de los pocos sitios en los que no tengo que mandar el filete de vuelta a la cocina.

Otros platos que me encantan: los chipirones a la plancha, el pinchito de pollo, el solomillo al whisky o al roquefort, el mero, las pijotas, el adobo, las puntillitas y los calamares fritos.

Respecto a las tapas frías, soy muy fan de las patatas ali-oli, de la ensaladilla y el aliño de huevas. La verdad es que el aliño me decepcionó un poco la última vez que estuve porque las huevas estaban un poco congeladas. Aun así, les daré otra oportunidad la próxima vez.

Un plato que me sorprendió porque no suele gustarme es la paella.

Chipirones a la plancha

Y ahora, recomendaciones de otras personas, que yo no puedo comer tanto!!! La carne con tomate, las albóndigas caseras, el pez espada y los revueltos. La próxima vez las probaré.

Lo que menos me gusta... tener que ir a la barra a recoger las tapas :-(

Los precios oscilan entre 2'50€ la tapa y 11-12€ las raciones. Los bocadillos entre 3'50€-5€  y tienen también menú del día a 9€ (creo recordar).

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Cervecería El Realito

Local ubicado en la esquina de la Calle Trajano con la Alameda de Hércules, este bar que abrió sus puertas hace más o menos tres años me decepciona cada vez que voy.
De primeras tiene buena pinta, una terraza muy amplia con sus sombrilla y su agua vaporizada para el fresquito, cuando hay partido sacan la TV fuera y el ambiente es bueno. Además hace unos meses arrendaron también el local contiguo y han hecho un nuevo salón.

Ya está, ya no puedo decir más cosas positivas del lugar, la comida es regular tirando a mala, y el servicio es penoso. No es caro, faltaría. Me dispongo a contaros:

A ver, no es que la comida esté mala, que no lo está, es que siempre falla algo en las tapas, en los solomillos al roque o al whisky la carne no es buena y es demasiado grasa. En la ensaladilla demasiada mayonesa, en los aliños demasiada sal, en los montaditos o serranitos falla el pan estrepitosamente y además no los calientan bien... Su "tapa estrella" se supone que es el Pulpo a la Gallega, la verdad es que se deja comer. Las papas bravas son las que llevan encima la típica salsa que venden en Mercadona y de brava tiene lo que yo de monja.Y encima no sirven Cruzcampo sino Estrella de Galicia, eso sí, muy fresquita (gran punto a favor).

Sobre el servicio, todos uniformados ¿para qué? las chicas son desagradables, lentas y muy maleducadas, y como haya más de 5 mesas ocupadas te queda un buen rato esperando a que te tomen nota. La comida si sale más o menos rápida. De todas maneras el Realito es de esos bares que se llenan porque todo lo de alrededor está lleno y quieres sentarte a tomar algo.

El Realito no es un sitio que os vaya a recomendar para comer obviamente, tampoco merece la pena sentarse a tomar una birra con los mil sitios mejores que hay en la Alameda,  eso sí, para desayunar no está mal (aunque también hay sitios mejores muy cerca).

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Il Forno

Salón principal Il Forno

Il Forno es un Restaurante de comida internacional situado en la Calle Trajano 44, ya cerca de la Alameda de Hércules. Aquí podréis encontrar variedad, y aunque al principio pueda parecer un típico restaurante italiano, lo cierto es que es de comida internacional.

Il forno es uno de mis restaurantes fetiches de Sevilla, desde que lo conocí me enamoré, y es que no he encontrado en la ciudad ningún sitio donde sirvan la pasta tan buena, al dente, con salsas caseras, verduras de primera calidad y combinación de sabores espectaculares.

Ensalada Griega

Hablemos del local, con tres salas y decoración rústica, este establecimiento abrió sus puertas hace ya varios años, la novedad era poder tomar pasta, pizzas, fajitas, moussaka o mejillones en un mismo restaurante y que todo estuviera exquisito. El servicio también es notable, normalmente los camareros son muy agradables y además llevan muchos años, lo que quiere decir que son buenos. El precio es más que asequible.

Empecemos por las ensaladas, mis preferidas la de pollo y la griega, la primera lleva salsa de yogur y pollo y piña como ingredientes principales, la segunda el tradicional queso feta y una vinagreta suave pero riquísima.

Sobre los platos principales, exquisitos, de verdad de la buena, la pasta il forno, una cacerola de barro con pasta mezclada con trocitos de berenjena y calabacín, tomate y queso gratinado, espectacular. También está muy muy buena la carbonara, suave y con bacon crujiente o la pasta frutti di mare, con mejillones.

Las pizzas son más italianas que americanas, o sea, finas. Como deben ser las pizzas. La Monterrey, Vesubio y Chochimilco mis preferidas, aunque doy por hecho que todas están buenas, las sirven en su punto y con ingredientes naturales.

Espagueti Frutti di Mare

¿Qué puedes pedir si no te apetece italiano? Las fajitas de pollo con sus salsas picante y guacamole son un acierto asegurado, el pollo al curry o el solomillo ibérico al jerez si te apetece carnaca. Los mejillones con salsa marinera también están estupendos y los sirven en una olla cerrada para que mantengan el calor, de entrante nachos, por ejemplo.

Este restaurante ha tenido dos cosas malas, una es que hace un par de años sin ton ni son cambiaron la carta, la modificaron y quitaron cosas excelentes añadiendo otras que apestaban, me enfadé mucho, pero siendo listos a los meses volvieron a sus orígenes, a su carta original con unas pocas modificaciones. El otro punto malo es la cerveza, no se deciros ahora cual es, pero no me gusta nada, probablemente mahou o similar.

Como muchos restaurantes de Sevilla y España Il Forno se aclimata a la crisis y ahora también sirve tapas, por un precio más razonables puedes tomar pequeñas raciones de platos de su carta y algunas cositas nuevas. Como mis platos preferidos no los sirven en tapas yo prefiero comer de carta, además la experiencia con las tapas nunca ha sido tan buena como sentada en el salón.

Mi valoración: ¡Venid ya insensatos!

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Bodega Dos de Mayo

La  Bodega Dos de Mayo es uno de esos lugares que lo mismo vale pa un roto que pa un descosío. En plena Plaza de la Gavidia el emplazamiento dificilmente mejorable con sus amplia terraza de mesas altas y bajas y su local de 160 metros cuadrados en el que el aire condicionado funciona de maravilla este bar no decepciona a nadie.

Para empezar es barato, muy barato. La cerveza cruzcampo heladita también hace de las suyas, tienen una amplía carta de vinos y de tapas una de las más variadas que he encontrado en Sevilla.
El Dos de Mayo es un bar de gastronomía típica andaluza sin ninguna pretensión. Montaditos, pescado, carne, marisco, fritos, aliños, tortillas...

Otro de los handicaps de por qué es un buen lugar al que ir es la rapidez con la que te atienden a pesar de que siempre está a reventar y que todo su equipo de camareros y cocineros tienen una sonrisa en la cara permanente, son unos pedazo de profesionales, además te ríes mucho con ellos.

¿Qué comer en el Dos de Mayo? Pues practicamente todo esta bueno, el solomillo en salsa mozárabe me encanta, también la tapa novedad de 2013 (aunque tiene un par de años) El Mambrú Caramelo (un queso de cabra sobre un panecillo con cebolla caramelizada por encima), los bastoncillos de hígado aliñados están fantásticos y el marisco también. Puedes pedir coquinas o gambitas, la cazuela de bacalao al ajillo con gulas también es una buena opción, salmorejo, su clásico pastel vegetal o sus panes de la casa (jamón y salmorejo el mejor).





Yo aquí aprovecho y como tienen muchísima variedad casi nunca pido fritos (que son muy normalitos), los montaditos están geniales. Además si vienes para almorzar tienen un guiso del día diferente de lunes a viernes, los fines de semana paella.
Si estás a dieta este es uno de los sitios claves, por sus aliños, variedad de pescados a la plancha, boquerones en vinagre, etc

Resumiendo, que vengáis, saldréis con el estómago lleno de buena cerveza fría, habiendo comido bien y os sobrará dinero para seguir de copitas.

Web oficial y algunas fotos de aquí.

Valoración:

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