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Pick & Stay. Bodegas Campos & COVAP-Shop.

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Pick & Stay. Bodegas Campos- COVAP Shop.
Pick & Stay 
Carta Pick & Stay. Bodegas Campos COVAP ShopSiguiendo de ruta por el barrio llegamos hoy al primer Pick & Stay que Bodegas Campos abrió en Sevilla el pasado mes de abril. Se encuentra situado en la calle Reyes Católicos, en los bajos del hotel Bécquer. Es un coqueto bar de tapas, híbrido entre taberna, tienda y bar de tapas, que cuenta con especialidades de la cocina andaluza.

Como hace un tiempo estupendo para estar en terracita todavía pues decidimos quedarnos fuera. Los camareros son súper rápidos sirviendo las tapas, la pena es que son igual de rápidos quitándolas.
Tienen una carta muy variada con fritos, arroces, tostas, diferentes tipos de carnes a la plancha con salsa y verduritas, tapas frías y calientes, amplia variedad de postres y también chacinas (para llevar o consumir en el local).

Berenjenas fritas con miel de caña. Pick & Stay. Bodegas Campos. COVAP Shop.
Berenjenas fritas con miel 
Croquetas del puchero. Pick & Stay. Bodegas Campos. COVAP Shop
Croquetas del puchero
Yo soy súper fan de las croquetas, así que no podían faltar en mi cena las croquetas del puchero con jamón. Me decepcionaron un poco porque las esperaba mejores. No están malas pero no son las mejores que he probado. Y es una pena porque prometían mucho. Vienen con guarnición de pimientos asados que están muy buenos.


La tapa de berenjenas con miel de caña estaba exquisita. La combinación es estupenda, las berenjenas estaban muy crujientes y la cantidad de miel estaba en su punto exacto, sin ser una tapa empalagosa. Y para ser una tapa era enorme. Es la tapa que yo recomiendo y la que ya me han recomendado varias personas. Si vais, no dejéis de pedirlas.

Patatas cortijeras con picadillo de chorizo, huevos y pimientos del padrón. Pick & Stay. Bodegas Campos. COVAP Shop.
Patatas cortijeras
Y por último pedimos media ración de patatas cortijeras con picadillo de chorizo, huevos y pimientos del padrón. Es el peor plato con diferencia. Los ingredientes son y estaban todos buenos pero nadaban en aceite. Es un plato consistente en calorías y grasa al que creo que le sobraba todo el aceite que le habían echado. La verdad es que no pudimos acabarlo.

Otras tapas que han probado mis padres u otros amigos y que recomiendan son las empanadillas de sobrasada y miel, ensaladilla de ventresca, salmorejo con jamón (me dicen que viene bien cargadito de jamón -eso mola-), el ajoblanco, la ensaladilla de atún y gambas, la tosta de seta y trufa, la carrillada con puré (me dicen que el puré le sobra) y las papas aliñás.

Los precios están bastante bien. Las tapas oscilan entre 2'50€ y 5'50€, la chacina entre 11€-17€ y las tostas alrededor de 6€.

Comentaba al principio que los camareros te atienden rápidamente y te traen las tapas también muy rápido, y eso es un punto a favor del local, pero te quitan los platos con la misma celeridad. En un momento en el que yo me distraje un momento para hablar por teléfono y mi amiga entró al baño nos limpiaron la mesa sin preguntar si habíamos terminado. Quiero decir que aún quedaba más de la mitad de la ración de patatas, algunas berenjenas y las bebidas. Sólo nos dejaron las bebidas y nos trajeron rápidamente la cuenta sin que la hubiéramos pedido. Miré alrededor por si había gente esperando en terraza pero no, quedaban dos o tres mesas libres y no había nadie esperando. Y tampoco era muy tarde. Acabamos de cenar a las 22.00.

La verdad es que me gustaría volver otro día para quitarme la espinita porque creo que es un bar de tapas con una calidad magnífica y con un precio muy acorde a los productos que ofrece, pero voy a tener que esperar un tiempo hasta que se me olvide que salí un poco enfadada del local.

Mi valoración, y que conste que es más por el trato recibido que por la comida.


Bodega Santa Cruz (Las Columnas)

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Bodega Santa Cruz (Las Columnas)-el-tapeador

Hoy vengo a hablaros de uno de los bares más conocidos y concurridos de nuestra ciudad. En la calle Mateos Gago, justo en frente de la Santa Catedral nos encontramos este antiguo bar concretamente en la esquina con la calle Rodrigo Caro, probablemente el más típico de la calle junto a El Perejil, hablamos del Bar Santa Cruz, por todos los sevillanos conocido como Las Columnas.

Nos encontramos en una calle llena de bares, aprovechando la zona turística la mayoría tienen las cartas en varios idiomas, los precios inflados y la calidad mermada. Las columnas no es un bar de delicatessen, pero al menos es sincero con sus tapas y sus precios, los habituales en nuestra ciudad.
Bodega Santa Cruz (Las Columnas)-el-tapeador

Últimamente la vida me ha llevado mucho por esta calle y casi siempre elijo las Columnas para tomarme unas cruzcampos fresquitas y algún que otro montadito de pringá (lo mejor de este bar) o una tapa de tortillitas de bacalao, tapa cada ves más difícil de encontrar en Sevilla y aun más difícil de encontrar bien cocinada y poco aceitosa, si paráis aquí probadlas.
Tienen amplía carta, todo de cocina mediterránea, la típica de las tabernas antiguas sevillanas. Mis recomendaciones cazón en adobo (otra tapa cada vez más complicada de encontrar bien cocinada), la tortilla al whisky (no es de mis preferidas pero es un clásico en este bar), costillitas o flamenquín de chorizo, por supuesto la clásica ensaladilla...

Una de las cosas que me gustan de este local es que pese a su situación no ha perdido esa "solera" de taberna antigua, el equipo es rancio, a veces más simpático y a veces menos aunque agradable en general, siguen apuntando las cuentas en la barra con esa tiza blanca húmeda y es autoservicio, así que la barra siempre está de lo más concurrida, uno de esos bares de los de siempre, pero en pleno barrio Santa Cruz.
Bodega Santa Cruz (Las Columnas)-el-tapeador

Por supuesto el baño es pequeño y de esos que tienen albero en el suelo como antaño, la decoración de las de "toa la vida" y el servicio rapidísimo. No dejéis de pasar por aquí si tenéis la oportunidad, mezclaros con los turistas y los sevillanos que conviven a diario en esta taberna, escuchad la tuna dando el coñazo la mayoría de las noches, tomaros una manzanilla o una cerveza bien fría en una de las mesas altas de fuera, contemplad la torre de Sevilla y vivid el encanto de éste, el barrio más antiguo de nuestra ciudad.

Valoración:




Casa Rafita

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Bar Casa Rafita, el Tapeador

Seguimos descubriéndoos el Barrio de San Lorenzo, en ese caso nos vamos a la Calle Marqués de la Mina esquina con Miguel Cid al local bautizado como Casa Rafita, famoso ya por sus mantecaitos, y no, no hablo de dulces navideños. 

Casa Rafita lleva ya varios años abierto y cada vez suena más, cada vez es más difícil hacerse con una mesa de las que tiene en la no tan ancha acera y cada vez cuesta más pedir. Pero el barrio es el barrio y tira, si Eslava está lleno y la Abacería y el Rodiguez también sin duda es la mejor opción.

Fotografías de Casa Rafita - Fotos de Restaurante

Casa Rafita es para tomarte unas cuantas cañas frías para ir abriendo boca, las berenjenas con salmorejo son una de sus especialidades, ricas ricas, al igual que los flamenquines cordobeses que aunque lo digan por ahí no llevan langostinos, están bien pero ya sabéis que yo no soy gran admiradora de los fritos, y por mucha fama que tenga un flamenquín es y siempre será fritanga. En primavera y verano sirven unos caracoles espectaculares que poco tienen que envidiar a más de algunos de los bares caracoleros por antonomasia de Sevilla, ¡Me encantan!

Pero hablemos del Mantecaito, la tapa estrella y la más popular del bar, por lo que la gente viene aquí. El mantecaito no es más que un montadito con un filete de lomo, jamón y un huevo frito de codorniz encima. Cómo imaginaréis esto no puede estar malo, y es que la mezcla del filetito bien pasado por la plancha, con el jamón del bueno y la yema del huevo es una genialidad, a la par que simple, oye.

Bar Casa Rafita, el Tapeador
Rafita usa los huevos de codorniz (que tan de moda están ahora gracias al Coloniales) para más tapas, una de las que más me gustan es el pisto con huevo, a veces un poco aceitoso pero normalmente muy rico. Por otro lado la ensaladilla no es gran cosa (no es de las artesanas), las croquetas variadas están bastante bien pero las he probado mejores, no obstante es una buena opción. Además de esto suelen tener las típicas tapas y aliños de taberna, que es lo que es Rafita, una tasca de las de toda la vida.
Dicho esto no os esperéis grandes cosas del local ni su decoración, ni esperéis encontrar un gran baño (es ínfimo), ni papel en él, lo mejor es sentarse fuera y esperar que te atiendan, con suerte será rápido, aunque esto no siempre sucede.

De precio es más que asequible, de lo más baratito del barrio.

Valoración:
Bar Casa Rafita, el Tapeador

El Nuevo Omaita

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Sevilla es una ciudad que hay que entender poco a poco, casi a pellizcos. Las “sevillanas maneras” se imponen en esta ciudad de alegres topicazos y renovadas tradiciones con más sentimiento que sentido común incluso en lo que al buen comer se refiere. A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades donde los bares de tapas se encuentran en los enclaves más turísticos de la ciudad, el universo del tapeo sevillano es tan extenso, que forma una galaxia casi imposible de delimitar.

Y es que en Sevilla, señores, hay casi más bares que farolas, y aunque muchos piensen que esta ciudad empieza en Triana y termina en el “Cortinglé de Nervión”, fuera de la frontera imaginaria de los jartibles sevillanos, hay más barrios donde el resto de los ciudadanos vive, duerme, trabaja y por supuesto tapea. Me he impuesto a mi mismo la misión de traer a este blog los bares de tapas de esa “periferia” de nuestra ciudad, y demostrar el tesoro culinario que se esconde en los barrios normales de toda la vida.
Para este post me traslado a una zona que los sevillanos más auténticos pueden considerar casi el extranjero. Se trata del barrio de Amate, un barrio de buena gente trabajadora donde hay también buenos bares de tapas. Y hoy le ha tocado el turno a un establecimiento con un nombre más que curioso, se trata de el Nuevo Omaita, situado en la Avenida Parque Amate, casi en la esquina con la calle Carlos Marx, muy cerquita del parque.

El nombre del bar se debe a que antes en el mismo local se encontraba otro bar llamado Ay Omaita, y que con mucho acierto el Nuevo Omaita ha venido a sustituir, para deleite de todos los vecinos del barrio, y de los que como yo nos acercamos a disfrutar de sus tapas. Las mesas de su terraza, casi siempre llenas de gente, son una señal inequívoca de que el tapeo puede ser más que aceptable. En el interior tiene también algunas mesitas, y un mostrador tras el que dos chavales jóvenes atienden con bastante amabilidad y buena dedicación.
El Nuevo Omaita-El Tapeador

Pero vayamos al tapeo. La carta dibujada en una gran pizarra en el interior tiene sobre todo tapas tradicionales, todas a un precio bastante asequible, entre 2€ y 3,50€. En nuestra visita fuimos dos personas con la mente puesta en la que decían que es su tapa estrella, el solomillo al whisky, y la verdad es que las alabanzas se quedaban cortas. Es un solomillo de esos que se deshacen en la boca de tierno que está y con sus patatas fritas bañadas la exquisita salsita. Soy casi un talibán de la punta de solomillo al whisky del famoso bar Las Golondrinas, en Triana, pero tengo que decir que este (para mi gusto) le sigue de cerca.

El Nuevo Omaita-El Tapeador

Mientras regábamos las dos tapas con unas cervecitas bien frías, nos llamaron bastante rápido porque ya estaban listas una tapa croquetas y otra de choquitos fritos. Las croquetas estaban muy buenas, se notaban que eran caseras y eran grandes, además estaban muy bien rebozadas y fritas, por lo que entre filetito y filetito entraron de maravilla. Los chocos fritos también estaban buenos, pero quizá fue la más floja de las tapas que pedimos, eran normales y corrientes, no tenían nada fuera de lo común, y para mi gusto estaban un poco sosos, aunque aceptables.

El Nuevo Omaita-El Tapeador
Me gustó mucho el servicio. Los camareros son rápidos y diligentes, pero además bastante amables. Hay un detalle de esos insignificantes, que para mí se hace importante, y es que al ser autoservicio (aunque en más de una ocasión ellos mismos te llevan la tapa) te piden un nombre para avisarte cuando esté lista tu comida y rápidamente se lo aprenden y memorizan, por lo que si les pides un servilletero, un tenedor porque al niño se le ha caído o otra cervecita, ellos te responden por tu nombre, lo que te hace sentir en un lugar donde al cliente se le conoce y se le tiene en cuenta, un ambiente más familiar y agradable. Antes de ir a pagar y despedirme observo desde donde estoy que dentro de la cocina trabaja imperturbable una señora mayor, dándole a lo que prepara ese carácter casero que tanto se agradece, y que siempre te hace sentir que de fogones sabe más que tu, y que lo que hace está bien hecho.


Os recomiendo a todos los que leáis esta crítica que os dejéis caer por este bar y disfrutéis del resto de tapas que pueblan su carta, tal vez me veáis por allí, porque yo seguro que repetiré. 

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El Nuevo Omaita-El Tapeador


La Roda

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La Roda Bar Sevilla-El Tapeador
Tenía muchas ganas de comenzar a escribir en este blog, así que para conmemorar mi “primera vez” en estas líneas he querido ir a lo seguro y recomendar uno de mis rincones favoritos de la ciudad. Hablo del bar La Roda, situado en la calle Arroyo esquina con la calle Urquiza, el cual os recomiendo desde el primer momento en el que empiezo esta crítica.


Sevilla es una ciudad tan de bares, que incluso alejados de las zonas más turísticas, puedes encontrar calles y plazas que se llenan de estos locales, los cuales abren unos al lado de otros conformando un curioso mosaico de apetecibles opciones.Tal es el caso del trozo de la calle Arroyo que va desde la esquina con José Laguillo hasta Urquiza, al que me he atrevido a llamar “la acera de la fritanga”, en la cual, exceptuando alguno de novedosa apertura que aun no conozco, la mayor parte de los bares no ha cambiado nunca su carta de solomillo al whisky y fritureo, que por su bajo precio se abarrotan de personal hambriento en las horas puntas del papeo.
La Roda Bar Sevilla-El Tapeador
Pero entre este mar de baratos topicazos, La Roda se levanta como un bastión inquebrantable del buen comer de los toda la vida. Los más viejos de esta zona entre Santa Justa y María Auxiliadora saben que en este bar de grandes y luminosas cristaleras tienen un valor seguro y que no les defraudará. Su interior no puede ser más sencillo, con su mostrador y sus mesas de siempre, que a veces se abarrota fruto de su éxito ya conocido en el resto de la ciudad, al igual que su terraza.

La última vez que disfrute de este bar fui a cenar con la familia e hicimos un recorrido por alguna de sus mejores tapas, las cuales fueron regadas por unas cuantas Cruzampos bien fresquitas, y acompañadas con el pan y los picos de Panadería Cordero, muy famosos en Sevilla, y más que recomendables (hay que fijarse en los detalles).

Lo primero en caer sobre nuestro paladar fueron unos taquitos de mero al limón muy finos y acompañados del correspondiente lechugueo que me gustaron bastante, y que sirvieron para abrir boca ante la llegada de dos montaditos bastante buenos, uno de gambas con ali oli y otro de lomo con jamón, hablamos de montaditos de los de siempre, con su tamaño adecuado, sin las pequeñeces de las cadenas de restaurantes con un número en el nombre (si, todos sabemos a cual me refiero), ni las monstruosidades de otros bares, que confunden el sagrado montadito con el no menos sacrosanto bocadillo.
La Roda Bar Sevilla-El Tapeador
Tras este buen comienzo llegó una tapa de langostinos al ajillo que estaba buena pero algo sosa, y que quizá fue la más floja de todas las que pedimos, siendo sinceros no volvería a pedirla. Pero para disipar las dudas, llegó como agua de mayo un solomillo al whisky de los de verdad, y no de los que hablábamos antes, una tapa de carne en condiciones bien hecha y de buen sabor, que consistía en dos filetes muy ricos y muy tiernos acompañados de su habitual séquito de patatas, y de una salsita de esas que te hacer mirar de reojo buscando el pan.

La Roda Bar Sevilla-El Tapeador
Tras esto llegó la que es mi tapa preferida de todas las que aquí ofrecen, se trata de unas berenjenas con salmorejo y jamón que como se dice en esta ciudad “quitan el sentío”. Soy muy dado a probar esta misma combinación en algunos de los bares más famosos y señeros del casco histórico sevillano, pero para mi, la de este bar las supera con creces. La berenjenas están cortadas a tiras y rebozadas los justo para que estén doraditas y deliciosas, el salmorejo esta muy bueno y el jamón se agradece en lonchas y no en taquitos (opinión personal).

La Roda Bar Sevilla-El Tapeador
También pedimos una tapa de chipirón plancha que estaba muy buena, y unos taquitos de merluza que aunque prefiero el mero al limón, también nos dejaron bastante satisfechos, ya que estaban muy bien fritos y acompañados de su mayonesa correspondiente.

El trato del personal es muy bueno, las camareras son muy amables, y sirven bien. La comida llega en su justo momento, cuando ya está bien hecha, sin tardar pero sin volvernos locos, como en otros bares, donde te sirven tan rápido que te hace pensar si esta tapa no se encontraba ya lista y preparada en algún microondas furtivo dentro de la cocina desde hace horas. Los precios son bastante asequibles, las tapas van desde los 2,50€ a los 3,50€, habiendo también medias y raciones.

En definitiva, La Roda es uno de esos bares de toda la vida, un bar de barrio donde te sientes agusto y a salvo cuando las innovaciones gastronómicas no rondan por tu cabeza. Es ese primer lugar en el que piensas cuando vuelves de la playa y a la hora de almorzar el frigorífico está vacío, ese lugar que siempre ha estado ahí y donde empiezas a ver a la gente llegar en coche de otros rincones de la ciudad y te das cuenta de que justo al lado has tenido siempre un bar estupendo donde comer con los tuyos.

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La Roda Bar Sevilla-El Tapeador

El Paladar

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El Paladar- Sevilla- El Tapeador
Esta semana en El Tapeador hemos hecho uno de esos fantásticos descubrimientos que nos encantan y que pensamos aprovechar mucho en el futuro. Como os comentamos pensábamos ir a un Portugués pero finalmente estaba cerrado (definitivamente) y nos pusimos a pasear por la zona, hasta que finalmente llegamos a la Calle Lumbreras y entramos en un pequeño pero acogedor bar regentado por dos chicas y llamado El Paladar.

Como en Sevilla hace un calor infernal y este pequeño bar sólo cuenta con dos pequeñas mesas fuera decidimos cenar dentro, el sitio es limitado y en poco tiempo se llenó de gente, por lo que el sonido es algo agobiante, pero aparte de esto todo lo demás fue perfecto.
El Paladar- Sevilla- El Tapeador
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La carta la puedes ver en dos pizarras, una de tapas a 4 euros y otra de tapas a 2,50 €, también tienen algunos platos más grandes de patés y tal a 6€.
Cómo éramos tres personas y teníamos ganas de probarlo todo pedimos un montón de cosas para compartir, os cuento:

Para abrir boca unas papas con mojo, aunque fue la tapa más floja de todas, era grande y estaba bien, odio que me pongan las papas arrugas o asadas muy saladas y estas no lo estaban, además el mojo, aunque no estaba lo suficientemente picante para mi gusto, se notaba casero y tenía un punto estupendo.

Pedimos una tapa de croquetas de espinacas, venían tres croquetas acompañadas de una salsa de yogurt también casera y una pequeña ensalada, muy buenas, aunque cómo éramos tres me quedé con ganas de más.

Otra tapa elegida fue el cous cous de verduras, éste es un sitio estupendo para vegetarianos porque ofrece muchas tapas sin carne ni pescado cómo es el caso.  Esta tapa si que era muy pero que muy abundante, el cous cous estaba en su punto perfecto y además especiado fantástico, con sus verduritas es una tapa que llena mucho y no nos pudimos terminar.
El Paladar- Sevilla- El Tapeador
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Famenquín casero de lomo y queso fue la cuarta tapa, estupendamente frito, crujiente, de buen tamaño y también acompañado de ensalada y salsa mojo como la que nos pusieron al principio, yo no soy muy fan de los flamenquines en general, pero si tú lo eres es una buena opción.

La tapa estrella para mi gusto fue la de canelones de espinacas, la única que pedimos de la pizarra de 4 € pero que mereció la pena con creces, estaban riquísimos, la bechamel suave y con un poquito de tomate, se deshacía en la boca ¡mmm!

De las tapas que se quedaron en el tintero y espero poder probar pronto tenían la tabla de patés, higados de pollo aliñados, salmorejo, solomillo con papas asadas, la ensalada de pollo y queso o los falafel en pan de pita.
El trato fue estupendo, aunque la chica que nos atendió sabía poco de vinos y finalmente tomé un ribera seguido de un rioja y ninguno de los dos me convenció, la siguiente vez elegiré cerveza. Por lo demás como os digo un gran descubrimiento, pienso repetir en breve, además y después de tomarme tres copas de vino pagamos 9 € por persona, lo que es un precio más que asequible.

PD: La foto de portada está sacada de su Facebook, si queréis saber más sobre ellos aquí.

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El Paladar- Sevilla- El Tapeador


Barajas 20

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Barajas 20 - El Tapeador

Hoy volvemos al barrio de San Lorenzo para hablaros de uno de los últimos locales en hacer su aparición por la zona, se trata de Barajas 20, situado en la sevillana calle Conde de Barajas (obviamente en el número 20); un local que será del gusto de los más sibaritas sin dejar indiferente a nadie, o te encanta o lo odias.

Barajas 20 - El Tapeador
Presa ibérica con Cous Cous
Barajas 20 juega con la comida, la fusiona normalmente con acierto aunque a veces con cagadas descomunales (ejemplo de arroz inflado caldoso). Barajas 20 propone curiosas presentaciones de los platos, pequeñas sartenes, cazuelas o latas de conservas llenas de papas aliñas o huevos a lo pobre.

Entre los platos que he probado a lo largo de este último año os puedo recomendar presa ibérica con cous cous, gurumelos, huevo a la flamenca, ensalada de naranja, pescado a la roteña y hasta puchero y pringá.
Barajas 20 - El Tapeador
Atún en Escabeche

Entre mis favoritas están la original tapa de atún en escabeche que me encanta, ajoblanco, tataki de salmón, navajitas con limón o pavía de merluza con salsa romescu, miniburguer de cordero (en vez de las tradicionales de buey o presa, por no hablar de las de ternera), mejillones, carrillada o morcilla (riquísima).
Los macarrones mejor ni probarlos, no pegan nada en un sitio de cocina fusión, las papas aliñás muy bien presentadas pero na del toro mundo y además no las ponen frías frías. Aparte de esto los postres dicen que son caseros pero no sé yo.







Barajas 20 - El Tapeador
Tataki de Salmón

Barajas 20 también ofrece una buena variedad de vinos para marinar los platos.
Desayunos, exposiciones, cóckteles, ferias, rutas gastronómicas y catas, a pesar de no ser especialmente de mi gusto se está ganando el respeto de la gente, publicitándose bien y moviéndose.

Los precios rondan alrededor de 15€ por cabeza.

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 Barajas 20 - El Tapeador

Bar de tapas y pinchos Lizarran

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Aunque este, sea mi primer post en este blog, voy a empezar con una mala experiencia que he tenido en un famoso bar de tapas, o mejor dicho de pinchos, en Sevilla: Lizarran.

Bar de Tapas Lizarran
No sé vosotros queridos lectores y seguidores de El Tapeador cómo lo hacéis, pero yo cuando voy a un nuevo sitio, como en este caso ha sido el Lizarran, me fijo y mucho en todos los detalles: el diseño del local, la comodidad de las mesas, la presentación de los camarero/as, etc., pero sobre todo y eso influye mucho en la evaluación de mi experiencia; la presentación de la carta.

Bar de Tapas LizarranPara mí la carta de un restaurante o incluso de una cafetería es tan importante como lo puede ser por ejemplo la limpieza del local, es la carta de presentación del establecimiento y es lo segundo que ve el cliente al entrar y le ayuda en el proceso de toma de decisión, por lo tanto tiene que estar muy cuidada y muy bien presentada.

En el caso de nuestro local, Lizarran de la Plaza del Duque, no hay nada que reprocharles ni al diseño del bar ni a la presentación de los camareros, y la carta era simplemente perfecta: poca oferta (ayuda a decidirse), y fotos de los platos en tamaño bastante grande.

Pues bien hasta el momento todo parece perfecto y a primera vista es un sitio de estos que me gustan hasta que...¡llegó el momento de elegir pinchos!
Éramos dos personas sin mucha hambre, escogimos dos pinchos cada uno y una ración para compartir: Pincho de tres quesos, pincho de anchoa, lechuga, tomate y queso fresco, pincho de queso philadelphia con chocolate derretido y nueces, y para terminar un pincho que tenía un bloque de algo parecido a paté encima de ensaladilla rusa.
El veredicto señoras y señores: el pincho de 3 quesos es más que recomendable, será porque es uno de los que no elaboran en la cocina ya que el queso viene preparado de fuera y por naturaleza sabe bien. Y el otro buen pincho es el de queso philadelphia con chocolate y nueces, por las mismas razones poca elaboración en la cocina y aunque no pegue por su sabor a dulce como plato principal o entrante, se recomienda.

Bar de Tapas Lizarran Por lo demás, el de ensaladilla era complicado de comer y muy cargado, y el de anchoa el problema estaba en la misma porque estaba demasiado salada, sin ningún toque de acidez (limón), y con un sabor muy pronunciado de pescado azul crudo.


Ahora pasamos a "le plat de resistance", era una ración cuyo nombre se me ha olvidado (algo de mar y montaña...). Primero, sorprende el tamaño de "la ración" que bajo mi propia experiencia seria una media ración en otros sitios de tapas; era una mezcla de pollo, champiñones y calamares fritos con salsa mahonesa con curry. A ver... señores...¿quien ha oído hablar antes de salsa mahonesa con curry? Normal que no sea muy conocida, ya que es una de esas salsa que la pruebas la primera vez y bueno... ni fu ni fa, y ya a la siguiente cucharada estas pensando en dejar el plato porque le han puesto demasiada salsa. Tengo que reconocer que el calamar estaba muy tierno para ser calamar frito, no era de esos que no terminas de masticar bien o de los otros que se quedan demasiado blandos.

Bar de Tapas Lizarran
Para acabar, solo quiero decir que tengo un paladar muy exigente, soy de los pocos que piensan que macarrones con tomate es sólo un plato que te preparas cuando estas cansado y no quieres cocinar o cuando te has quedado sin blanca y es lo único que hay en la cocina (soy estudiante y ya he vivido esta situación), pero nunca es un plato buenísimo porque es soso y le falta algo de estructura.
En fin no creo que vaya a volver a comer de nuevo en el Lizarran porque le ha faltado mucho para que haga que vuelva a querer probar su menú, simplemente es Psssé.

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Kiosko Hombre de Piedra

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Kiosko Hombre de Piedra - El Tapeador
Terraza del Kiosko Hombre de Piedra
Ultimamente en El Tapeador parece que no tenemos mucha suerte a la hora de elegir bares donde tomar algo, el otro día decidimos probar el Kiosko Hombre de Piedra, en el centro de la enorme Plaza de La Alameda de Hércules, y el resultado fue bastante pobre.
Kiosko Hombre de Piedra - El Tapeador
Calamares Fritos

El Kiosko Hombre de Piedra tiene una amplía terraza, el interior es pequeño ya que está pensado para disfrutarlo fuera. Los baños están detrás del local en sí, tienes que pedirle la llave al camarero lo cual es un engorro, y además no suele estar muy limpio porque es mixto.
El servicio no está mal aunque tampoco es algo que quepa destacar.

En cuanto a la comida es una decepción total. Pedimos un poquito de todo ya que la carta es muy amplía y apetece probar varias cosas y así variar. Los calamares fritos fueron una de nuestras opciones, bien fritos y con un tarrito lleno de salsa blanca que creíamos alioli, pero no, era mayonesa insípida, además venía también acompañado por una pasta rara con demasiado cilantro que sabía a rayos.
Nachos con queso fue otra de nuestras opciones, una tapa nada barata que traía 8 nachos, sí, 8 nachos con queso gratinado por encima; fue el timo de la noche.

Kiosko Hombre de Piedra - El Tapeador
Nachos
Kiosko Hombre de Piedra - El Tapeador
Lasaña de Espinacas y Salmón
Lasaña de espinacas y salmón fue otra de las tapas que pedimos, la mejor si lo queréis saber, la verdad es que no era una cosa sublime, y salmón tenía poco o nada, pero estaba bien.
Y el Magret de Pato asado con salsa de miel fue nuestra última opción, demasiado crudo, no estaba en su punto pero se dejaba comer y estaba sabroso, demasiado dulce quizás.
Kiosko Hombre de Piedra - El Tapeador
Magret de Pato
He tenido la oportunidad de ir al Kiosko un par de veces y todas he salido un poco decepcionada, la Hamburguesita de Buey es diminuta y te la ponen con unas cuantas patatas pajas, ¿tanto cuesta aderezar el plato con algo más si la carne en sí es tan pequeña? son un poco ratas con las raciones, teniendo en cuenta que ninguna baja de los 3€. Eso, señores, deja descontentos a los clientes.

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El Badulaque

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El Badulaque, El Tapeador

Como es costumbre en El Tapeador seguimos analizando bares y restaurantes, esta vez andamos por La Alameda de Hércules como no es raro en nosotros, hoy os contamos nuestra experiencia en El Badulaque.
El Badulaque, El Tapeador
"Papas bravas...con tomate"

El Badulaque es una pizzeria, heladería y ahora también "parrillería" en pleno centro de Sevilla.
El otro día, día además de partido decidimos aprovechar el buen tiempo que hacía y que era de los pocos sitios por la zona que tenían algo de sitio libre e hicimos una cenita familiar improvisada.

Pedimos todos para picar y aunque salimos saciados la comida, sinceramente, podría haber estado mucho mejor.
Para abrir boca pedimos un par de platos de papas bravas y otro par de nachos con queso y guacamole.
Las patatas eran congeladas, en forma de gajos, y la salsa "brava" que lleva por encima era tomate, digo tomate porque era rojo anaranjado y sabía a tomate, lo que está claro es que salsa brava no era, además no estaba ni lo más minimamente picante.
El Badulaque, El Tapeador
Lasaña

Los nachos eran típicos nachos con queso gratinado por encima, estaban bien, dentro de la norma. El guacamole venía en unos pequeños tarritos, estaba muy bueno para mojar los nachos de abajo, esos que siempre se quedan sin queso y sin ná. El problema es que era más que escaso, apenas pude probarlo.
Pedimos también un plato de lasaña que puedo decir sin dudar que fue lo mejor de la noche, estaba en su punto, el queso (cheddar entre otros) derretido y riquísimo, la carne sabrosa y además la cantidad era generosa.

Para seguir la cena, como éramos muchos y no teníamos ganas de complicaciones pedimos cuatro pizzas variadas, una Serrana (con rúcula y jamón serrano), una Estrellada (con champiñones, jamón york y un huevo en medio), una Barbacoa (con ternera y salsa barbacoa) y una Hot (con jalapeños y chorizo).
He ido varias veces al Badulaque a lo largo de mi vida y lo recordaba bastante mejor, las pizzas eran gruesas y la masa estaba un poco blanda, los ingredientes estaban buenos pero fallaba el grosor y el tiempo de hornear, que debería haber sido más, lo curioso de todo esto es que tardaron bastante tiempo en servirlas.
El Badulaque, El Tapeador
Pizza Barbacoa
El Badulaque, El Tapeador
Pizza Hot

Sobre las bebidas, pedimos cervezas y refrescos que estaban bien, el problema es que los camareros no daban a basto y como suele pasar estos días había falta de personal, por lo que eran algo lentos. No pedimos postres pero algún helado de la heladería adyacente cayó, buenos pero no al nivel de una verdadera heladería italiana.

El precio fue de 13€ por cabeza, lo cual no está nada mal para como nos pusimos, además sobró pizza. Eso sí, a la comida en general le faltaba un hervor.

Valoración:

El Badulaque, El Tapeador



 
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