Primero hablaremos del local, es amplio y bonito, decorado con gusto y a la vez un poco destartalado, prima la madera, botellas y objetos vintage sin llegar a ser pretencioso. Fuera cuenta con cinco o seis mesas debajo de los limoneros de la calle Calatrava, muy agradable.
El bar mezcla cocina fusión con tradicional y tiene algunas tapas exquisitas. La más novedosa me pareció el Carbón de Bacalao, un trozo de carbón negrísimo con un estupendo bacalao fresco y que se deshace en su interior, riquísimo (tapa estrella sin duda).
Otra de las posibilidades es pedir ensaladas para compartir (6 euros y enormes) pedimos una Ensalada César que como novedad aportaba el pollo en lagrimitas adobadas y empanadas, su pan tostado, la salsa y algunos aderezos más, otro exitazo.
Os recomiendo también las croquetas, los huevos a la cáscara y setas también me encantaron (te tiene que gustar el huevo poco hecho), otras buenas opciones son las papas bravas, el salmorejo o los Dumplings con salsa de chili dulce.
Como contrapunto diré que pedí los huevos camperos con pimientos y chanquetes y me decepcionaron un poco,,,los chanquetes son congelados y eso se nota.
Digno de mención (aunque ya se encuentra a menudo) es la presentación de los platos en tablas y sartenes muy monas, todo muy cuidado; el servició también me ha resultado estupendo las veces que he pasado por allí.
Como siempre y tratándose de mí experiencia no os puedo hablar de los postres y tampoco de los desayunos, ¡pero habrá que ir a probarlos!
Aquí os dejo la Web oficial del Bar Antojo, dueños también del Nikkei Bar y de La Niña Bonita (todos en la Alameda, ya hablaremos de ellos)
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