El jueves pasado tuvimos la oportunidad de acudir a un evento diferente. Por primera vez no asistíamos a la inauguración de un bar o restaurante sino a un
taller de fotografía gastronómica, impartido por el prestigioso fotógrafo gastronómico
Manolo Manosalbas en el
restaurante Pando (calle San Eloy, 47).
Encontramos muchas caras conocidas (¡hola
IgersSevilla!) e hicimos nuevos amigos
foodies como nosotras :-)
El evento consistía en fotografiar entre dos personas cinco platos de la nueva carta que se podrá degustar a partir de septiembre. El cocinero artífice de los platos es Manolo Mediavilla.
Manolo Manosalbas nos comentó algunas curiosidades de la fotografía gastronómica. Por ejemplo:
en Estados Unidos hay establecimientos que tienen prohibido hacer fotos a los platos y hay que utilizar las de su book oficial, para que salgan las imágenes que ellos quieren. Otra teoría es que con la toma de fotos los servicios de comida se alargan y tienen menos clientes.
Antes de comenzar, algunos truquillos: el plato tiene que mostrar tu propio enfoque; no sólo capturar una imagen, sino
transmitir lo que el plato nos está mostrando; y por último, que nuestra imagen esté a la altura del plato que tenemos por delante, cuidar todos los detalles (luz, ángulo...) y no "echar la foto" deprisa y corriendo. Tenemos que recordar que ese plato tiene mucho trabajo previo en la cocina.
Comenzamos el taller con la
ensaladilla de gambas con mayonesa de manzanilla y la primera lección. Normalmente las fotografías se hacen en vertical, pero cuando hay
platos redondos hay que hacerlas en
horizontal. Nosotras estuvimos probando ángulos, texturas,fijándonos en detalles, añadiendo tomatitos cherry, esparciendo la ensaladilla por el plato... hicimos varias tomas.
La segunda tapa fueron los
mejillones con coco y curry. Plato elaborado con mejillones, curry con base de leche de coco, pimentón de la Vera y aceite de oliva, con acompañamiento de col fermentada.
Fue un plato
difícil de fotografiar porque toda la comida se encontraba colocada a lo largo de un plato, y las tomas que hacíamos no nos gustaban mucho. Al final decidimos
agrupar los mejillones alrededor de la col para hacer
nuestra propia composición. También llegamos a la conclusión de que los mejillones no son muy fotogénicos y Manolo nos dio un truco: como los mejillones suelen estar un poco secos, para que salgan más brillantes hay que pintarlos con un pincel con aceite de oliva. Solución momentánea para la foto. Probaremos en casa.
La tercera tapa fue una
sopa de cigalas con lomo de salmonete. Plato redondo y blanco así que foto en horizontal. La primera toma fue la campeona, a Manolo le gustó mucho que hubiéramos conseguido un poco de
brillo en los lomos de los salmonetes. Y eso que lo hicimos sin querer ;-) Otro consejo fue intentar
mostrar algo más que el plato, un poco del contexto de la mesa.
La cuarta tapa fue
presa ibérica de bellota con soufflé de calabaza y crema de boletus, presentado en un plato de pizarra negra.
La pizarra negra es lo mejor que nos podría pasar en cuestión de fotografía gastronómica, ya que no hay que ajustar balance de blancos y todos los colores de la comida se aprecian mucho mejor sobre fondo negro. Y yo que le tenía un poco de manía a la pizarra.... al final la voy a adorar, ya veréis...
Este plato era muy plano y Manolo nos recomendó que lo tuneáramos un poco para darle volumen. En lugar de colocar todos los elementos por separado, su consejo fue montar la presa sobre el soufflé y así conseguir un plato con volumen. También que jugáramos con los cubiertos y los detalles.
Y ya para terminar, el
postre: bizcocho de remolacha con crema de payoyo. Este era un plato con altura así que para que se viera bien, lo ideal es hacer la foto de
abajo-arriba y a ser posible
desde una superficie más alta (nosotras colocamos el plato sobre el servilletero).
Se sorteó un libro y una cena que no nos han tocado :-( pero la verdad es que poder asistir al taller ya fue todo un regalo. Intentaremos poner en práctica todos los trucos y consejos recibidos para que los dueños de los bares y restaurantes de nuestras próximas reseñas estén contentos con las imágenes que ponemos de sus platos.
Y como no podía ser de otra manera, nuestra valoración del taller es