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Bilios

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Hoy os vengo a hablar de Bilios, famoso restaurante de Sevilla Este que lleva desde 1990 sirviendo a los más jóvenes (de 13.00 a 4.00 initerrumpidamente, ideal para ir con hambre de madrugada), destacando por ser un restaurante barato, moderno y familiar.

Queso con patatas (y no al revés)
Bilios recuerda al Sloopy, al Vips, La Filomena o restaurantes sin sentido que los llamo yo, tienen de todo pero nunca está todo bueno, ofrecen un amplio menú que abarca desde pizzas, hamburguesas, sándwiches, baguettes, perritos, ensaladas, pastas...Vamos de todo, pero nunca nada acaba de cuajar.

Yo no soy buena eligiendo en estos locales, porque pido lo que más me gusta objetivamente sin pensar donde estoy, tendría que haber pedido lo que creo que va a estar mejor allí, probablemente algo sencillo como una hamburguesa o baguette, pero no fue así.

Para comenzar pedimos de entrante unas patatas gratinadas (4,95€) con bacon, bechamel y queso fundido (ala! ahí! a engordar! grasaca!), como podéis ver en la foto queso no le faltaba, lo malo que una vez te comías la capa de arriba la cazuela se quedaba llena de patatas sin nada. Estaban buenas.
No os dejéis engañar, no estaba bueno

De primer plato elegí un plato de pasta (6,90€), Fusillis tricolores (vamos, espirales) con la salsa que me pareció más especial, la siciliana, a base de bechamel, nata, ternera salteada, bacon y tomate (ala! más grasaca!). El plato cuando llegó no se parecía en nada a lo que había pedido, la pasta estaba en su punto, pero a parte de eso no hay nada más positivo, no creo que tuviese nada de bechamel y dudo mucho que lo que habia "salteado" fuera ternera. Del plato emanaba un olorcillo raro, como diciendo "esta carne picada lleva aquí dos semanas", soy de buen comer y os puedo asegurar que apenas toqué ese plato. Estuve a punto de devolverlo, pero finalmente no lo hice, y me arrepiento.

Mi acompañante pidió un BiliTortioli (3,90€), una baguette con tortilla de patatas, pimiento frito, bacon y alioli. Pues bien, eso ni era tortilla de patatas ni na de na, el pan no estaba crujientito como debe estar y el plato en general era más bien insípido. 
Mi madre las hace más ricas
¿Qué os puedo decir además de esto? El trato es de lo más normal, tienen muchos camareros porque el sitio es muy grande, nos sentaron en una mesa con otra pareja y les pedí que nos cambiaran porque no me sentía cómoda. Todo fue muy extraño y no pienso repetir. Eso sí, para comerte una hamburguesa o una baguette por menos de 4 euros siempre estará ahí el Bilios. Desde mi punto de vista no merece la pena ni acercarse. Además, Sevilla Este está muy lejos.

Valoración:
La razón por la que no le pongo una puntuación peor es por que hay gente que me ha hablado bien de este sitio y las patatas estaban bien, además cuenta con una carta con más de 50 productos, no todo va a estar mal, pero yo no pienso volver a intentarlo.





Peggy Sue's

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Siempre he dicho que en Sevilla faltaban Restaurantes temáticos, como los que hay en las grandes ciudades, de terror, de diferentes países exóticos, o simplemente inspirados en épocas. Peggy Sue's es un ejemplo, un restaurante inspirado en la américa de los 50, para sentirse en la mismísima película de Grease.
Hamburguesa Completa con Huevo

La comida es la típica comida americana, perritos calientes, pizzas, hamburguesas, sándwiches, chicken fingers, aros de cebolla, patatas con cheddar y bacon...aunque también puedes encontrar carne a la brasa. También son famosos sus batidos, aunque yo nunca los tomo porque tomar pizza con batido como que no, para eso solo tienen cuerpo los anglosajones y americanos.

De la comida que he probado me quedo con las patatas con queso y bacon, un clásico, el perrito caliente estaba exquisito y era grande, pero no merece tanto la pena como la Ensalada César, fabulosa la salsa, y de principal mejor las hamburguesas (puedes elegir qué echarle), los sándwiches no están mal pero al fin y al cabo están igual que los de muchos otros sitios (el mejor el de pollo, llamado Club Sándwich). Sobre las pizzas no he tenido el gusto de probarlas, así que no opinaré. Si os diré que la comida es normal, ni super deliciosa ni nada del otro mundo, pero te deja saciada, no es excesivamente cara (aunque tampoco demasiado barata) pero es obvio que estás pagando por estar sentado donde estás, pagando el local y el decorado.
Pink Carrot Cake

Los postres también tienen su punto, hay variedad y todos tienen una pinta estupenda, probé las tortitas y estaban muy ricas aunque eran mas pequeñas de lo que imaginaba, también tienen buen aspecto el brownie y la cheesecake o tarta de queso.

Una de las cosas más molones del local, además de la decoración muy cuidada es que tienen estas máquinas de música en las que metes una moneda y puedes elegir la canción que quieras (obviamente todas de la época), lo malo es que tampoco hay muchas canciones donde elegir. Los locales suelen ser increíblemente bonitos pero pequeños, por eso es recomendable reservar, sobretodo si vas en fin de semana. También habilitan la barra para almorzar o cenar, al más puro estilo "american". Ah! y sirven Cruzcampo, pero también limonada rosa...¡hay para todos!

En Peggy Sue's sirven a domicilio y lleva varios años expandiéndose por la península, yo lo conocí en Madrid pero hace ya un par de años que abrieron dos en Sevilla, uno en Alfonso XII y otro en Luis Montoto.

La web oficial la tenéis aquí.

Valoración:


Mesón Casa Luciano

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Mesón Casa Luciano El Tapeador

¿En la sierra de Aracena? No, en el mismo corazón del barrio de Triana podemos degustar unas maravillosas carnes a la brasa que nos recordarán, al menos a mí, a casas antiguas de pueblos pequeños, con sus chimeneas humeante y chisporroteantes y al olorcillo de la carne haciéndose entre el carbón y los leños.

El mesón del que os voy a hablar es en un local familiar, con rústico y clásico mobiliario que denotan el paso del tiempo por él, el excelente trato del personal me hace pensar que son muchos los años que llevan entre aquellas paredes, ya que saben en cada momento cual es su papel.

El sábado pasado fui a la hora punta, las 14:30, y para nuestro asombro no había más que tres o cuatro mesas ocupadas, en general familias o parejas de cierta edad. Nada más sentarnos, nos trajeron un plato de taquitos de jamón, por cuenta de la casa y a los pocos la carta, le echamos un vistazo, los precios no son baratos en comparación con otro tipo de bares, pero en relación calidad-precio los veo bastante parejos. En ella podemos encontrar entrantes, carnes, pescados, vinos y postres.

El chorizo a la brasa fue nuestro plato elegido para abrir boca, un suculento chorizo humeante hacía aparición en la mesa, cortado a rodajitas, la cantidad no era abundante pero su sabor era intenso y su aroma embriagador.


Mesón Casa Luciano El Tapeador
Como plato pedimos “chuletitas de cordero”, que delicia, en su punto, la grasa que tienen, estaba crujiente y sabrosa, la carne tierna con ese toque a brasa que le da el horno tradicional. Nos pusieron ocho por ración y sinceramente, no pude acabármelas. Además pedimos una ración pequeña de patatas para los dos, más que suficiente. Y si tengo que criticar algo, aunque me es muy difícil, las patatas me hubieran gustado un poco menos hechas, pero eso ya es algo más bien subjetivo. Lo que si debo destacar es la presentación, comprendo que quieran destacar el producto tal cual, como materia prima, pero las chuletas se veían descolocadas y tristes en una bandeja tan grande, como podréis ver en las fotos. Con el chorizo pasaba algo por el estilo, un mayor cuidado de este punto les haría ganar en calidad al cliente.

Mesón Casa Luciano El Tapeador
Para culminar este almuerzo, nos trajeron bombones helados y un par de chupitos, vodka caramelo y limoncello.

¿Qué mejoraría de este restaurante? Lo que previamente he comentado, el mobiliario es demasiado antiguo, aunque de eso no se come. La presentación deja bastante que desear, ya que la comida lo primero que hace es entrar por los ojos.

Respecto al precio, a los que no os guste gastar un poco más, absteneros, es un sitio de calidad, nada de comer en cinco minutos y salir corriendo, es un sitio para disfrutar con sus platos y sus vinos. En general, es un buen sitio para ir un día especial.

Valoración: 



Heladería Freskura

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Hoy os traemos algo diferente, todos estamos deseando que por fin llegue un poquito el calor, y qué mejor época que el veranito para disfrutar de los helados artesanos de Freskura, la mejor heladería que podemos encontrar hoy día en Sevilla.

Freskura se encuentra en la calle Vulcano nº 4, no os asustéis, que está en plena Alameda de Hércules, más o menos a la mitad en una pequeña boca calle, pero se encuentra fácilmente porque se ve desde la plaza. El local es amplio aunque sólo tiene un par de mesitas altas, es probable que en verano por la tarde noche tengas que esperar cola para pedir, pero en esta época aun puedes ir sin problemas.

En Freskura podemos encontrar además de sus helados italianos (espectaculares), tartas, granizados, pasteles, mousses, bombones...vamos que si eres dulcero vas a disfrutar pero bien, además ofrecen el novedoso "Bocadillo de Helado" con un pan suave relleno de helado, nata y trocitos de chocolate. Yo no soy mucho de pasteles, pero los helados me pirran.

El sabor de estos helados no los puedo comparar con ningún otro que haya probado antes. Son sabores intensos, se puede ver en sus colores, no son helados tradicionales ni a lo que estamos acostumbrados, ¡estos son helados de verdad!

Mis preferidos son el de chocolate, el de limón y el de frutas del bosque, obviamente todos tienen tropezones o pequeños trocitos de frutas o de chocolate, etc. Al ser artesanos no tienen nada que ver con los "artificiales" a los que estamos acostumbrados.

Además en Freskura si celebras tu cumple te traen una banda de lo más cachonda, y en verano tienen mojitos granizados y algún que otro cocktail por el estilo para poder llevártelo. En cuanto al precio no es una heladería barata, pero está al precio de todas las "buenas" como Raya, vamos que lo más pequeño que se despacha cuesta 2,50€ y de ahí para arriba. Eso sí, merece la pena y con creces.

Os dejo su web oficial aquí.

Valoración:


Il Forno

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Salón principal Il Forno

Il Forno es un Restaurante de comida internacional situado en la Calle Trajano 44, ya cerca de la Alameda de Hércules. Aquí podréis encontrar variedad, y aunque al principio pueda parecer un típico restaurante italiano, lo cierto es que es de comida internacional.

Il forno es uno de mis restaurantes fetiches de Sevilla, desde que lo conocí me enamoré, y es que no he encontrado en la ciudad ningún sitio donde sirvan la pasta tan buena, al dente, con salsas caseras, verduras de primera calidad y combinación de sabores espectaculares.
Ensalada Griega

Hablemos del local, con tres salas y decoración rústica, este establecimiento abrió sus puertas hace ya varios años, la novedad era poder tomar pasta, pizzas, fajitas, moussaka o mejillones en un mismo restaurante y que todo estuviera exquisito. El servicio también es notable, normalmente los camareros son muy agradables y además llevan muchos años, lo que quiere decir que son buenos. El precio es más que asequible.

Empecemos por las ensaladas, mis preferidas la de pollo y la griega, la primera lleva salsa de yogur y pollo y piña como ingredientes principales, la segunda el tradicional queso feta y una vinagreta suave pero riquísima.

Sobre los platos principales, exquisitos, de verdad de la buena, la pasta il forno, una cacerola de barro con pasta mezclada con trocitos de berenjena y calabacín, tomate y queso gratinado, espectacular. También está muy muy buena la carbonara, suave y con bacon crujiente o la pasta frutti di mare, con mejillones.

Las pizzas son más italianas que americanas, o sea, finas. Como deben ser las pizzas. La Monterrey, Vesubio y Chochimilco mis preferidas, aunque doy por hecho que todas están buenas, las sirven en su punto y con ingredientes naturales.
Espagueti Frutti di Mare

¿Qué puedes pedir si no te apetece italiano? Las fajitas de pollo con sus salsas picante y guacamole son un acierto asegurado, el pollo al curry o el solomillo ibérico al jerez si te apetece carnaca. Los mejillones con salsa marinera también están estupendos y los sirven en una olla cerrada para que mantengan el calor, de entrante nachos, por ejemplo.

Este restaurante ha tenido dos cosas malas, una es que hace un par de años sin ton ni son cambiaron la carta, la modificaron y quitaron cosas excelentes añadiendo otras que apestaban, me enfadé mucho, pero siendo listos a los meses volvieron a sus orígenes, a su carta original con unas pocas modificaciones. El otro punto malo es la cerveza, no se deciros ahora cual es, pero no me gusta nada, probablemente mahou o similar.

Como muchos restaurantes de Sevilla y España Il Forno se aclimata a la crisis y ahora también sirve tapas, por un precio más razonables puedes tomar pequeñas raciones de platos de su carta y algunas cositas nuevas. Como mis platos preferidos no los sirven en tapas yo prefiero comer de carta, además la experiencia con las tapas nunca ha sido tan buena como sentada en el salón.

Mi valoración: ¡Venid ya insensatos!




Choco&Late Colón

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Emplazado en la céntrica calle sevillana Canalejas, frente al antiguo hotel Colón (actualmente Meliá Colón) nos encontramos con Choco&late Colón, he de decir que tienen otro establecimiento ubicado en Los Bermejales, y aunque supongo que son parecidos, sólo os puedo hablar de este en concreto, de su servicio y calidad personal y gastronómica.

Hace algún tiempo se llamó Forties, y así como el nombre, su carta ha sufrido remodelaciones y cambios, evolución e innovaciones, en algunos casos favorables pero en otros desaconsejables.

¿Qué destacaría de este bar/restaurante? Sin duda alguna su personal es el punto fuerte del bar, en general el trato es cordial, amable y cercano, creando un buen ambiente, necesario para deleitarnos con sus platos. Las copas y postres el otro pilar que mantiene el bar en uno de los mejores para este género.


La carta la tengo más que probada, tengo que destacar el bacalao dorado, un exquisito revuelto de bacalao con una presentación limpia y apetitosa, las patatas pajas destacan por ser las típicas en Portugal, (origen de este plato), ya que en muchos bares usan patatas cortadas en rodajas o bastones.

El timbal ¿Qué decir de él? Exquisito, es un sabor que a los que nos gustan “el verde” nos deleitamos con este plato. Es un básico, ya que no es algo que no se pueda hacer en casa en un momento, pero con un toque de frescura que envuelve nuestra boca y nos pide más, no todos sabemos dar ese punto que hace de algo común eso tan diferente.

La tapa de Foia es abundante, y aunque los he probado mejores, no está mal para aquel que se inicia en ese mundo, junto con distintas mermeladas y compotas, untado en rebanadas de plan tostadas, es un bocado aceptable para paladares exigentes.
No se me puede olvidar citar entre lo destacado, los risottos, no sé como describir con exactitud su sabor y su intensidad, desde luego si te gusta el arroz te costará decantarte entre las dos variedades que hay.

En contraposición, tengo que deciros que el revuelto cortijano no tiene por donde cogerse, los sabores se mezclan sin armonía, la textura es desagradable, sin duda alguna es el plato que peor calificación se llevaría.
El wok de verduras y pollo necesita una notable mejora, para este tipo de platos se necesita manejar y controlar el wok totalmente para que las verduras no salgas ni crudas ni demasiado hechas y este es un punto que aun no alcanzan, además la salsa de soja está demasiado salada y en una cantidad que más parece un plato de cuchareo que de tenedor.

Respecto a la comida en general es notable mi aprobación en este bar, ya que como venos en su mayoría, las cualidades que aportan son satisfactorias, pero respecto a los postres y las copas se llevan la matrícula de honor.



Os recomiendo que pidáis un Brownie, que al ser un clásico es fácilmente detectable cualquier fallo, en este caso, el resultado es increíble. Y las copas…no hay palabras, una gran carta de Gin tonics nos dan la bienvenida si queremos disfrutar de un momento ameno con amigos o familiares, preparados con la mayor de las atenciones, Nando, nos prepara unos cócteles que nos dejaran embelesados. Si no te gusta la ginebra, puedes escoger entre un gran surtido de marcas de Vodka, Ron o whisky.

Valoración:


Republica Café-Arenero taller de Tapas

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Hoy en el Tapeador os vamos a hablar del República Café-Arenero taller de Tapas y es que Arenero llega desde el Arenal hasta la Alameda de la mano del República café. 
Tenemos que reconocer que echaremos de menos sus mega hamburguesas y esos platos de patatas fritas con tres salsas, pero lo cierto es que con la nueva carta de tapas pasamos a otro nivel. 

Probamos el Cartuchito de Pez Espada en adobo con alioli de miso. Estupendo adobo, muy jugoso, tal vez pelín aceitoso, pero muy bueno. Y el alioli, nos supo más a hierbabuena que a miso, pero muy rico , buen acompañamiento para el adobo. 
Luego atacamos el pavía de merluza en tempura de curry, tengo que decir que recordaba esta tapa como algo sublime en el Arenero...pero sin ser sublime estaba riquísimo. El pescado de calidad y en su punto. 

En Arenero son sabios con el pescado así que nos animamos con las sardinas marinadas, que las sirven sobre un pan negro con una salsa de tomate exquisita, ¡nos ha encantado esta tapa! 
El salmorejo cordobés con puntillitas es más que notable, muy cremoso y el contraste crujiente de las puntillitas es todo un acierto. 
El menos satisfactorio ha sido el pan de pita serrana con secreto y jamón...No nos ha convencido en ningún aspecto.

En todas las tapas hay que reseñar la estupenda presentación, y si bien no son baratas, tampoco son escasas, además tienes una amplia variedad donde elegir: desde ensaladas hasta risottos pasando por hamburguesas, pescados, croquetas o postres de lo más original (como el cremoso de chocolate picante).

Ah! La Heineken a 1€, y los domingos a medio día cuenta cuentos para los niños, hacen eventos semanales y mensuales como el Tapas&Tweets, talleres de artesanía y mercadillos de ropa de segunda mano, algunas noches hasta puedes encontrar un conciertillo.




Valoración:



Artículo escrito con la colaboración de Pilar RP

Bodega Dos de Mayo

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La  Bodega Dos de Mayo es uno de esos lugares que lo mismo vale pa un roto que pa un descosío. En plena Plaza de la Gavidia el emplazamiento dificilmente mejorable con sus amplia terraza de mesas altas y bajas y su local de 160 metros cuadrados en el que el aire condicionado funciona de maravilla este bar no decepciona a nadie.

Para empezar es barato, muy barato. La cerveza cruzcampo heladita también hace de las suyas, tienen una amplía carta de vinos y de tapas una de las más variadas que he encontrado en Sevilla.
El Dos de Mayo es un bar de gastronomía típica andaluza sin ninguna pretensión. Montaditos, pescado, carne, marisco, fritos, aliños, tortillas...

Otro de los handicaps de por qué es un buen lugar al que ir es la rapidez con la que te atienden a pesar de que siempre está a reventar y que todo su equipo de camareros y cocineros tienen una sonrisa en la cara permanente, son unos pedazo de profesionales, además te ríes mucho con ellos.

¿Qué comer en el Dos de Mayo? Pues practicamente todo esta bueno, el solomillo en salsa mozárabe me encanta, también la tapa novedad de 2013 (aunque tiene un par de años) El Mambrú Caramelo (un queso de cabra sobre un panecillo con cebolla caramelizada por encima), los bastoncillos de hígado aliñados están fantásticos y el marisco también. Puedes pedir coquinas o gambitas, la cazuela de bacalao al ajillo con gulas también es una buena opción, salmorejo, su clásico pastel vegetal o sus panes de la casa (jamón y salmorejo el mejor).





Yo aquí aprovecho y como tienen muchísima variedad casi nunca pido fritos (que son muy normalitos), los montaditos están geniales. Además si vienes para almorzar tienen un guiso del día diferente de lunes a viernes, los fines de semana paella.
Si estás a dieta este es uno de los sitios claves, por sus aliños, variedad de pescados a la plancha, boquerones en vinagre, etc

Resumiendo, que vengáis, saldréis con el estómago lleno de buena cerveza fría, habiendo comido bien y os sobrará dinero para seguir de copitas.





Web oficial y algunas fotos de aquí.

Valoración:


La Traviesa

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Ultimamente hemos estado demasiado benevolentes en este blog, y es que a todos nos gusta más hablar de lo que nos encanta que de lo que detestamos. Pues bien, la experiencia que redactaré a continuación fue un ejemplo de mala comida, mal servicio y malos precios, vamos, una muy mala experiencia que me veo obliga a contar.

La Traviesa es un bar que se encuentra en la esquina de la Calle Regina, al ladito de las Setas (Metropol Parasol), tiene unas mesitas muy agradables fuera y unos grandes toldos negros que anuncian Estrella Galicia.
El sitio es guay, vende también ropa y es todo muy chic, la zona de la barra está en penumbra pero la zona exterior es todo lo contrario. Hasta ahí bien, todo muy agradable. La cosa cambiará radicalmente cuando leas la carta, los precios y cuando te sirvan la comida (que será tras un buen rato de espera).

En esta ocasión fuimos a cenar cuatro o cinco personas, la pura verdad es que entramos aquí porque todo estaba lleno y llovía a mares. Decidimos pedir varias raciones para compartir y este fue el resultado:
La foto que os muestro (arriba) es la ración de ensaladilla, con la que no nos daba ni para un bocado cada uno, de sabor aceptable, nada del otro mundo.

Otra de las raciones que pedimos era de croquetas, éstas estaban buenas pero nos pasó tres cuartos de lo mismo. La guinda al pastel de esta terrible noche la puso la ración de rosbif (roast beef) que nos sirvieron completamente crudo y no como se supone algo dorado y menos hecho por el centro...crudo, crudo, crudo. Cuando le digo a la chica que lo haga un poco más se va, a los diez minutos vuelve y me dice que el horno está estropeado (¡amiga! por eso lo trajeron crudo desde el principio) y que me lo hace a la plancha...por lo que pagué una suma de dinero más que considerable por unos filetes de lomo a la plancha. De vergüenza.
Total que tras 10 o 12 euros por persona y tres raciones seguíamos muertos de hambre, finalmente decidimos pedir una ración de huevos fritos con patatas y jamón, algo que no puede fallar y lo cierto es que acabamos pidiendo dos porque estaban buenos (creo recordar que a 5€ el plato).

Cuando salí de allí no daba crédito, ni a la cena, ni a lo que me había gastado, ni al servicio, ni a nada de nada.

Valoración:



Bar Casa Ricardo

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Este bar del barrio de San Lorenzo siempre ha sido muy especial para mi ya que cuando era pequeña mis padres pasaban gran parte de la semana en él, y por lo tanto yo he pasado mucha parte de mi infancia jugando allí con los hijos de Don Ricardo.
Casa Ricardo (C/Hernán Cortés)

El bar "Antigua Casa Ovidio" (hoy Casa Ricardo) además de ser de los más antiguos de Sevilla cuenta con un magnífico ambiente cofrade y de barrio, la decoración de sus paredes llenas de cuadros de Semana Santa, personajes famosos que han visitado el bar, medallas, armaos y tradición sevillana, etc, no tiene desperdicio.

Ambiente cofrade

Total que conozco bien el sitio, Ricardo fue cambiando con el tiempo, mejorando. Agrandó el bar y se modernizó con algunas tapas. Su fama le precede y ha sabido encajar el paso del tiempo. Si alguna vez habéis oído hablar de este Bar os garantizo que en la conversación han salido sus famosas croquetas caseras, exquisitas, con una bechamel semi líquida que está para morir del gusto.

Sus Famosas Croquetas


Los flamenquines también han sido siempre una
de las tapas estrella de Ricardo y personalmente me encanta la tapa de espinacas con garbanzos o la de solomillo al whisky, otro clásico.

Como os comentaba, Ricardo se ha modernizado y la cocina ha cambiado algo desde aquellos años en los que yo jugaba con mi bici por la calle Hernan Cortés; ahora tienen tapas más "chic"  pero sin perder la esencia, un ejemplo son el Crujiente de salmón sobre crema de puerros o la Mini hamburguesa de presa ibérica con queso de rulo y confitura de pimientos. El bar no es de los más baratos pero está bien de precio para lo que te ponen, y las raciones son grandes.En resumen diré que merece mucho la pena ir y si vas, volverás.

Mini amburguesita de presa ibérica

Casa Ricardo cuenta con una web oficial que os dejo aquí. Pasaros.

Valoración:



Taberna El Papelón

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El Papelón (Menéndez y Pelayo)
El Papelón es otra de las franquicias que están empezando a proliferar como setas en Sevilla y el resto del país.
Sin embargo diré algo en favor de este sitio: la comida en general está bien, el precio es asequible y la cerveza la ponen muy fría.

¿Qué tiene de bueno esta franquicia en comparación con las demás? Aunque es un pelín más cara que otras del estilo como La Sureña o Los 100 Montaditos la comida en El Papelón sube bastante de nivel, tiene bastante más variedad y los quesos (su especialidad) son de calidad habiendo más de 30 tipos para elegir.

Vamos al lío, hablemos de la comida: Basicamente podemos encontrar comida típica de la tierra, en esta taberna hay papelones (jamón, queso, ahumados y embutidos), los cartuchos (de marisco), tapitas y montaditos (que ellos por se más cool llaman focaccias).

En cuanto a los papelones os diré que tienen de diferentes tamaños y por lo tanto distintos precios, no son muy baratos pero tampoco son nada caros, andan en la media. Os recomendaré sin lugar a dudas el de ahumados y el de quesos en todas sus variedades. Evitad el de chacinas o jamón,,,no merecen la pena ya que las chacinas son muy básicas y no cubren las expectativas.
Los cartuchos de marisquito, gambas, mejillones o camarones si que vienen perfectos para estos días de calorcito con la cerveza bien fría.

Las tapitas no están mal pero tampoco bien, normalillas, la carrillada está bien y las albóndigas  de chocos se dejan comer, pero no es un buen sitio para tapear. El Papelón es para tomar papelones. Sobre los postres y los desayunos no los he probado aun...pero todo caerá.

Como en todas las franquicias del estilo desgraciadamente la cerveza no es Cruzcampo si no Estrella del Sur, está muy buena (mucho mejor que la Mahou que ponen por ahí) y aparte de servirla helada como no me canso de comentar, ponen el botellín a 0,80€, la caña a 1€ y cervezón en vaso de sidra por el módico precio de 1,60€, ¡me encanta! además ofrecen los cubos de 5 botellines por 4€. Si se te alarga la tarde o la noche podrás tomarte unos cuantos cubatas a 3,75 el vaso de sidra hasta arriba. Si eres de los que prefieren vinos también ofrecen una amplia variedad.

A tener en cuenta un dato importante, la Taberna El Papelón tiene ofertas y promociones todos los días, no recuerdo ahora todas, pero sí la que más me llamó la atención y pienso probar en breve: 1 botella de vino y un papelón de quesos para dos personas por 10€. 

En fin, que el sitio es recomendable, siempre que sepas qué pedir y qué esperar.

Valoración:
(si sabes qué pedir)


(Si te equivocas pidiendo)



Bar Casa Galán

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Al comienzo de la calle León XIII se encuentra este suculento bar con aroma familiar. Es cierto que a primera vista no parece un restaurante, ni lo es, pero en cuanto nos traen las tapas podemos apreciar que la calidad de la comida está muy por encima de aquellas que si se llaman a ellos mismos restaurantes.


En primer lugar decir que nuestra cita allí fue una reunión de amigos navideña, por lo tanto éramos bastantes comensales a servir. El servicio en todo momento fue de una gozada, no faltó ni sobró comida y la atención que nos prestaron fue sobresaliente.





A modo de entrantes pedimos un plato de Chanquetes con huevo y pimiento rojo que estaba delicioso, además de unas papas a lo pobre con mojo picón que tenían demasiada sal para nuestro gusto ¡Ojo! No estaban malas pero sí demasiado saladas.

Las raciones estaban bien servidas, como podéis observar en las fotos, para el precio que pagamos por ellas. La relación calidad-precio estaba bastante equilibrada.

Tras unas cervezas para aligerar la sal ingerida con las papas y bajar los chanquetes, cada uno pidió diferentes platos para la cena. 


Filete empanado de pollo con queso azul acompañado con una menestra de verduras. Ese fue uno de los primeros platos que pedimos en la cena. El rebozado estaba perfecto, sin exceso de grasa, y la cantidad de queso azul la justa para no empalagar ni quitar el sabor al pollo. La menestra era meramente guarnición, no se le podía pedir mucho.


El otro plato que pedimos fue un lomo de atún en salmorejo con pimiento rojo. Exquisito al 100%, no se le pueden poner pegas a este suculento plato que nos tomamos.

Para ser un bar salimos de allí con una sonrisa de oreja a oreja y la sensación de haber sido tratados de maravilla. Sin duda un lugar para volver.






Valoración:

 
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