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Merlot&Albariño

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Hace un par de días, aprovechando la visita de unos amigos decidimos salir a cenar al ilustre barrio de Santa Cruz. Nos habían comentado que uno de los bares de Puerta de la Carne acababa de reabrir, así que decidimos darle una oportunidad.

El sitio en cuestión se llama Merlot & Albariño, y está justo en la esquina con la calle Menendez Pelayo. Cuando llegamos había bastante gente en el interior, pese a lo cual nos recibieron, acomodaron y atendieron con presteza. Como por lo visto era la inauguración aquella misma noche, además de las croquetas de jamón y salmorejo que pedimos – que se notaba que eran caseras y estaban de muerte – nos sirvieron una tapa de carrillada y otra de albóndigas con parmesano.

De la primera debo decir que hacía mucho que no comía una carne así, el punto estaba perfecto y la salsa acompañaba muy bien. En cuanto a las albóndigas, yo no las comí porque soy intolerante a la lactosa, pero a mis acompañantes les parecieron bien. También comimos magret de pato, con mención especial a las patatas y al calabacín de la guarnición, que estaban bien buenas.
A la hora del postre pedimos un par de cosas para compartir. El pastel de almendra con crema de naranja me encantó, no así tanto la sopa de chocolate blanco con helado de fresa, ya que no me gusta mucho ese sabor de helado.

En cualquier caso, en general debo decir que la experiencia fue muy positiva, y que recomendaría el bar a cualquiera, y en especial a los amantes de la buena carne, que seguro que no saldrán defraudados. Es la mejor carne que he comido en Sevilla. También tienen extensa carta de vinos.
Fue algo caro pero por la calidad del producto lo valía. Dependiendo de lo que pidió cada uno nos costó entre 15 y 30€ por cabeza según los que quisieron vino o no.

Valoración: 


Post escrito por nuestra colaboradora Tina

Las Golondrinas

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Hoy volvemos con otro de los bares/restaurantes más conocidos de la ciudad, en este caso al otro lado del río, en Triana, hablamos del bar Las Golondrinas.

el tapeador las golondrinas bar tapas sevilla
Hoy día podemos encontrar dos establecimientos golondrineros, uno muy cerca del otro. El tradicional se encuentra en la calle Antillano Campos, es pequeño pero tiene encanto, más barato es comer en la barra a que te sirvan en mesas. Es importante saber que justo en frente en la misma calle pero no en el mismo edificio tienen un pequeño saloncito donde también sirven y puedes sentarte. Si llegas a las Golondrinas y ves que está de bote en bote (algo más que probable) puedes intentar ir al "nuevo" establecimiento que está girando la esquina de esta calle con Pagés del Corro, un local mucho más nuevo y con menos encanto, pero una buena oportunidad de probar la carta si el de toda la vida está lleno (o sea, siempre, si no llegas pronto).

Las Golondrinas tiene como base la dieta tradicional mediterránea y los productos de la tierra, carnes, chacinas, pescados, verduras, ect. Si bien es cierto que últimamente ha fusionado o combinado estos productos con algunos nuevos o más novedosos. De su carta es imprescindible la tapa de chipirones plancha, así como los champiñones a la plancha con un poquito de alioli por encima.


el tapeador las golondrinas bar tapas sevilla
La punta de solomillo crujiente y riquísima sobre rebanada de pan también es un básico, y el famoso caballito de jamón, que no es más que jamón serrano frito sobre otra rebanada de pan.

Si prefieres tapas más veraniegas puedes probar el aliño de alcachofas que cocina la matriarca y también goza de fama en Triana. El otro día para empezar pedimos una ensalada con mejillones de los buenos (eran enormes y muy sabrosos) que estaba riquísima.

Como digo desde hace un tiempo trabajan nuevas recetas como el tataki de atún con semillas de amapola, y algunas recetas que van variando, yo sinceramente prefiero pedir lo de siempre salvo excepciones, ya que no tiro mucho por la zona y para una vez de tantas que voy pido sobre seguro.

Las Golondrinas es un local con mucho buen ambiente, de los de toda la vida, se come muy bien y es económico, una apuesta segura.

Valoración:
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Bar El Chico

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Hace un par de semanas descubrí el bar de barrio El Chico, situado en calle Llerena, en el barrio de Pio XII. Es un bar sin pretensiones, de los de toda la vida, pero que merece la pena por unas cuantas cosillas que me dispongo a contaros en este post.

Lo primero es la estupenda y muy agradable terraza con la que cuenta. Es de esos bares típicos y antiguos en los que ni te planteas comer dentro, el comedor no es pequeño, pero si muy ruidoso y de esos que no ha cambiado desde los años 80, el bar pide a gritos usar la terraza.
Está situado en una buena plaza de albero con árboles y debe tener más de 20 mesas, es un sitio de reunión familiar e ideal para ir con niños, además la zona está llena de bares y bastante frecuentada.

El chico tiene una carta variada, con tapas frias, calientes, mucho pescado (frito, plancha y guisado) y algunas especialidades como la tarta vegetal, el pollo bechamel o el "pelotazo" que es como un super serranito con tortilla y todo.

Disfrutar de un sábado o domingo a medio día del buen tiempo sevillano en el bar El Chico puede ser una opción más que recomendable. Las tapas son corrientes, en el sentido que no hay ni cocina fusión, ni cocina creativa, ni nada por el estilo, no esperéis cosas raras y/o innovadoras.
el tapeador bar el chico sevilla

¿Qué se puede pedir en El Chico? lo primero: cerveza Cruzcampo bien fría servida en jarrita de barro. A partir de ahí lo que queráis, a mi me encanta empezar con algo fresco como el cocktail de marisco (tapa que me encanta y que siempre defenderé aunque pasara de moza en los ochenta), salpicón de marisco, papas alias, ensaladilla o tarta vegetal, en especial esta última es una de las especialidades y nunca he probado una tarta vegetal mejor, se nota que es casera y que lleva poco tiempo hecha (esto es muy importante), ya que no está arrugada, ni pasada ni hecha una plasta. Tomatito, atún, jamón york, mayonesa, lechuga,,,riquísima.

Si sois de los que tenéis buen saque podéis optar por "el pelotazo" que es el superserranito que os comentaba antes o el super flamenquín que ya sabéis de sobra lo que es.


Si queréis probar más cosas o no os convencen las opciones anteriores yo optaría por la pechuga de pollo bechamel (de las mejores que he probado en mi vida), me encanta la sensación de estar comiendo algo que ha hecho la cocinera y que sé que no se ha comprado en el local de congelados de la esquina.
Como la bechamel es buena y las tapas son caseras también son buena opciones las croquetas (de roquefort, gambas y espinacas, jamón o pollo), algo de pescado frito (chicos, adobos, boquerones), los chipirones plancha o la tapa de carrillada. De precio estupendo, mismos precios que en otras zonas (2,50-3€ la tapa) pero las tapas son bien grandes.

Hasta ahí todo bien, he leído comentarios de gente descontenta con el servicio, y sobre este tema quiero dar mi opinión personal sobre una cosa en particular que vi la última vez que fui y que me hace pensar en que quizás no vuelva. El tema es que un gracioso, entiendo que uno de los camareros, puso en la carta este comentario: "Necesitamos camareros y si es camarera que esté muy buena". Lo que me parece además de machista y maleducado una falta total de respeto hacía las mujeres, estaba escrito en rotulador y en cuanto lo vi lo borré con una servilleta.

Por lo demás cuando yo he ido el trato sin ser especial ha sido correcto y no he tenido ningún problema con el servicio, me han atendido bien y a tiempo, pero lo de la carta me tocó mucho las narices y nada más que por eso mi valoración va a bajar considerablemente. Y además no tienen postres.

Valoración:




Burguett

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El Burguett es uno de los nuevos y populares locales especializados en hamburguesas que han abierto en el centro de Sevilla. Esto nos encanta porque llevamos años pidiendo a gritos más novedades, locales nuevos y que aporten algo nuevo a la gastronomía a la que ya estamos más que acostumbrados.

El local está sito en la calle Albareda y tiene dos plantas, aunque es pequeño es muy acogedor a pesar de estar diseñado tipo loft industrial y la decoración blanca y madera es muy chic.

Todos hemos comido hamburguesas, muchas y la gran mayoría en ciertas cadenas de comida rápida. Pues bien, vuestro concepto de las hamburguesas cambiará en cuanto probéis las del Burguett.
Sí, son hamburguesas: carne picada combinada con ciertos ingredientes, salsas, mostaza, ketchup y entre dos panes. Pero es que este concepto puede ser muy, pero que muy diferente según quién lo cocine y sobretodo, cómo.
EL Tapeador Burguett
Brie

La carta del Burguett es extensa, tienen algunos entrantes tipo nachos, hot dogs y ensaladas, sandwiches, menús infantiles y por supuesto las busguers. Puedes elegir entre 13 diferentes, casi todas de ternera, a excepción de la presa ibérica y la de pollo; hay cheese bacon, ibérica, boloñesa, japonesa o mediterránea entre otras, cada una más currada que la anterior, sobretodo por los ingredientes que les ponen.

Nosotros nos decidimos por la Brie (que llevaba reducción al P.X, además del brie, la cebolla caramelizada y la rúcula) y la Cheese Bacon (hojas verdes, tomate, cebolla caramelizada, pepinillos, bacon y cheddar) a la que además le añadí por 1€ más un huevo frito.

Tardan un poquito en servirla y no habíamos pedido entrante porque no íbamos con mucha hambre, pero si siempre que tardaran me sirvieran luego una comida así nuca habría problema en ninguna parte. Las hamburguesas estaban sencillamente exquisitas. No les puedo poner ninguna pega. Las sirvieron en un plato alargado, con sus salsas aparte, con patatas fritas caseras, fritas en aceite de oliva y con romero por encima, todo para chuparse los dedos.
No pedir entrante fue un gran acierto porque casi no pudimos terminarnos las hamburguesas (que son de 140gr de carne).
EL Tapeador Burguett
Cheese Burguer

Decir sobre la Cheese Bacon que los pepinillos son los mejores que he probado nunca y que la rúcula, el queso, el tomate y la cebolla caramelizada resultaron una mezcla fantástica. Es difícil de explicar pero voy a atreverme a deciros que hasta día de hoy es la mejor hamburguesa que he comido nunca.

EL Tapeador Burguett
Tarta de Queso
Para terminar decidimos apostar por un postre casero, la tarta de queso Idiazábal, que nos presentaron en un tarrito, con la tarta, un bizcocho, mermelada y nueces. Cuando lo probé casi me caigo de la impresión. Fue como tomar a cucharadas queso viejo con bizcocho y miel. Tiene que encantarte el queso fuerte para que te guste este postre, si es así te encantará y si no lo odiarás.

El Burguett no es barato (la media de hamburguesas son 9€) pero la calidad tiene precio y si estás dispuesto a pagarlo no te arrepentirás. Si os gusta disfrutar de la carne, las hamburguesas y sus posibles variantes venid sin pensarlo.







Valoración



La flor de mi viña

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Con El Tapeador sigo descubriendo los bares y restaurantes que se encuentran en mi zona de actuación más próxima, esto es, el centro. Algún día tendré que superar la barrera de la muralla y lanzarme a conocer lo que hay más allá. ¿Sugerencias? Todas bienvenidas. 

En Semana Santa se me ocurrió la feliz idea de probar por primera vez La Flor de mi Viña en la calle José de Velilla (bar y restaurante en el nº 7 y 14 respectivamente). El bar estaba lleno así que entré en el restaurante. Cuando me senté pensé: mal momento para probar un restaurante nuevo. Pues me equivoqué totalmente. Y mi reflexión fue: si atienden así de bien en Semana Santa, ¿cómo será el resto del año? Debo decir que un trato muy bueno. 

Al traerte las bebidas en copa de balón te ponen también un plato de aceitunas muy bien aliñadas. Y aunque esto no es exclusivo cada vez en menos sitios te las ponen sin pedirlas. Yo soy muy fan de las aceitunas y éstas estaban riquísimas. 

Pensábamos tomarnos una tapa e irnos, pero nos atendieron tan bien y la comida estaba tan rica que nos quedamos a comer. Su carta no es muy extensa y tiene comida tradicional. De tapas frías: aliños, ensaladilla, huevas, anchoas...; también montaditos, revueltos, guisos como riñones al jerez, cola de toro, carrillada...; y fritos como tortillitas, chocos, rosada, croquetas, adobo... por separado o en fritura sevillana. 

Revuelto de bacalao. La flor de mi viña. El Tapeador. Almejas. La flor de mi viña. El Tapeador.
Pedimos un plato de almejas para comenzar. Estaban riquísimas, súper grandes, con tropezones de gambas y jamón y salsa con ajito para mojar mucho mucho pan. Entrante totalmente recomendable. 

Después un revuelto de bacalao que me sorprendió gratamente. Nosotros esperábamos un revuelto de bacalao estilo bacalhau dourado de Portugal y nos trajeron la maravilla que hay en el plato. ¡Un revuelto de patatas, huevo y  bacalao ahumado! ME ENCANTA. Me parece una idea genialísima. A mis amigos no les gustó tanto, pero la mezcla está muy buena, de verdad. Yo que no tomo apenas sal lo noté un poco salado, pero bien.

Pulpo a la gallega. La flor de mi viña. El Tapeador.
Después, un plato de pulpo a la gallega. Muy buena presentación, pulpo blandito, aceite muy rico y... pimentón picante. Arrrgggg! Esto fue lo peor. Pimentón demasiado picante. Esto hizo que el plato me lo comiera yo íntegramente :-)  porque el picante no es bien recibido entre mis amigos. Preguntamos si lo podían preparar también con pimentón dulce y nos dijeron que sí; así que ya sabéis para la próxima vez. Nosotros hemos tomado nota. Aún así, con el picante están geniales.


Pez espada a la plancha. La flor de mi viña. El Tapeador
Y ya por último un plato de pez espada a la plancha que te traen cortado en cachitos, con acompañamiento de patatas cocidas y cebolla. Estaba muy blandito y jugoso y a diferencia del revuelto, en su justo punto de sal.

Y si os gusta el guisoteo, todos los días tienen un plato del día.

Los camareros son muy profesionales y saben gestionar muy bien las bullas y los tiempos de espera, que en Sevilla es de agradecer que no te mientan cuando esperas una mesa. Un diez para el personal.

Los precios rondan la media de los bares de Sevilla. Las tapas 2'50-3'50€, las medias raciones entre 7-9€ y las raciones entre 10-14€. 

Como siempre que voy a algún sitio lo comento con mis amigos, éstos me han recomendado además las siguientes tapas: espinacas, atún nevado, carrillada ibérica, riñones al jerez y pimientos del piquillo.

Y tras esta descripción nuestra valoración no podía ser otra:

Cuna·2

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El Tapeador se adentra hoy un poquito en una de las calles más bonitas de Sevilla para mostraros el restaurante Cuna·2, situado -como bien su nombre indica- en la calle Cuna nº2.
Antes de comenzar, un poco de historia: el edificio en el que se encuentra este restaurante es excepcional y espectacular. Es una casa palacio construida por Aníbal González entre 1918-1920. En el proceso de transformación a restaurante, la cadena Baco respetó la estructura original del edificio, por lo tanto los suelos y los azulejos que actualmente se encuentran son los originales.
El 5 de diciembre de 2011 se inauguró este precioso restaurante en Sevilla dividido en tres plantas y una terraza. En la planta baja se encuentra la recepción y tres salas para tapas y raciones. En la planta primera y segunda se encuentra el salón del restaurante y salones privados a partir de ocho comensales. La terraza es independiente y está abierta al público para que todo el mundo pueda disfrutar de sus fantásticas vistas.
En este vídeo podéis ver el día de su inauguración.

Ensalada de láminas de bacalao. Cuna 2. El Tapeador Surtido ibérico. Cuna 2. El Tapeador. Éste es un restaurante que me encanta pero debido a sus precios no puedo ir tanto como me gustaría. Es el enclave perfecto para reuniones familiares, de fin de curso, reuniones de empresa.... La última vez que estuve fue con motivo de la celebración de fin de curso del taller de cine en el que he estado todo el año. Como hemos aprendido mucho y hemos sido muy buenos decidimos darnos un homenaje por todo lo alto. Y no encontramos mejor lugar que Cuna·2.

El menú que os voy a presentar lo habíamos contratado previamente. Eramos más de cincuenta personas y pagamos 35€ cada uno con las bebidas incluídas. Fue una cena estupenda y aún hoy no tengo palabras para describir los exquisitos sabores de algunos platos. ¡Comencemos!

Pavía de bacalao y tortillitas de camarones. Cuna 2. El Tapeador

Como entrante y por cada cuatro personas nos pusieron un surtido ibérico con jamón, caña de lomo y queso; una ensalada de láminas de bacalao con aguacate y vinagre de módena y una fritura compuesta por pavías de bacalao y tortillitas de camarones. No sabría decir qué fue lo que más me gustó. El surtido estaba espectacular;  la ensalada era una mezcla de sabores increíble en la que ninguno sobresalía más que otro y la fritura estaba en su punto justo tanto de rebozado como de fritura. Yo no soy muy amiga de las pavías -pero las de la cadena Baco me encantan- aunque sí muero por las tortillitas de camarones y más ricas imposibles.

Y cuando ya pensaba que no podría comer más porque no dejé ni un cachito de tomate en la bandeja llegó el plato estrella de la casa: el bacalao. Nos dieron a elegir entre bacalao al pil-pil, bacalao confitado y una carne que no recuerdo cuál era. Por recomendación de la casa elegí bacalao confitado y creo que fue la mejor elección de la noche. Dos lomos de bacalao confitado sobre lecho de salsa de tomate frito natural. Exquisito no, lo siguiente. Aún me estoy relamiendo de gusto. ¡Qué rico! Es el plato estrella del establecimiento y lo recomiendo encarecidamente. Estoy deseando volver a ir a Cuna·2 para pedirlo de nuevo.

Bacalao confitado. Cuna 2. El Tapeador.

Y aunque cuando El Tapeador sale de tapitas no suele tomar postre, esta vez para romper la tradición sí lo tomé. Tendría que haberme quedado recordando el sabor del bacalao. Nos dieron a elegir entre brownie de chocolate, sorbete de limón o fruta natural. Como soy super fan del chocolate, no me lo pensé dos veces ¡brownie! Mala elección. Era una combinación extraña caliente-fría entre brownie y coulant que no terminó de convencer a nadie. En cambio, todo el mundo decía que el sorbete estaba riquísimo.

Después de la cena subimos a tomarnos una copa a la terraza para disfrutar de las vistas y del buen tiempo sevillano. La terraza es súper bonita y está muy bien decorada al estilo árabe. El problema es el excesivo tiempo que tardan en atenderte y servirte, la poca variedad que tienen tanto en bebidas como en refrescos y que no tienen tirador de cerveza o botellines en la terraza. Creo que estos detalles desmerecen mucho a la terraza. Por mi parte, sí quiero ser una asidua del restaurante pero no así de la terraza. Las vistas merecen mucho la pena pero no el servicio.

Y antes de terminar, me gustaría hablar del servicio del restaurante. Tuvimos a cinco o seis camareros para nosotros solos, pendientes en todo momento de que no nos faltara comida ni bebida, aconsejándonos según nuestras preferencias y haciendo cambios en determinados acompañamientos para las personas con algún tipo de alergia o intolerancia. Un servicio de diez. Chapeau!

Comentando con algunos amigos las maravillas de este lugar me han recomendado también las croquetas de coco, langostinos y albahaca. No las  he probado pero volveré. Me queda una larga carta por experimentar.

Y por todo esto nuestra valoración es



Especial El Tapeador: caracoles

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Si hay algo por lo que a los sevillanos nos encanta la primavera no es por la Semana Santa, la Feria, porque los días son más largos o el tiempo mejora... ¡no! ¡Es porque se puede empezar a comer caracoles!

El Tapeador, fiel a su estilo de salir a tapear, ha probado algunos de los bares más típicos y famosos en el arte del caracoleo y aquí tenéis el ranking de resultados que se irá actualizando según avancemos en la ruta del caracol.

1) Bar Zurbarán, situado en la Plaza de Zurbarán (Pasaje de los Azahares/ calle José Gestoso). Aunque ha sido el último en aparecer se ha colocado rápidamente en el primer lugar. Los culpables han sido sus caracoles picantitos y su rico caldito lleno de tropezones. Si aún no habéis ido no os lo podéis perder.

2) Bar Umbrete, situado en la Plaza del Pumarejo. Aquí tenemos dos especialidades a destacar: los caracoles y las cabrillas. Los caracoles están súper ricos también; normalmente en su punto justo de picantes. Aunque lo que merece la pena de este bar son las cabrillas; así gorditas, con su salsa de tomate con tropezones de jamón y cachitos de pan para mojar en la salsa.

3) Bodega Norte Andaluza, situada en la Alameda de Hércules. ¿Quién imaginaría que en este bar hubiera unos caracoles tan ricos? Pues sí, picantitos y bastante colmada la tapa. Aunque para ponerle un "pero" creo que los caracoles eran un poco pequeños.

4) Café bar Mega, situado en la calle Macasta. Sí queridos amigos, el Mega también hace unos muy ricos caracoles en su punto justo de picantes y, como es siempre habitual en ellos, en grandes cantidades.

5) Bar Rodríguez, situado en la Plaza de San Antonio/ calle San Vicente. Durante muchos años ha sido nuestro bar preferido para caracolear, pero este año ha bajado en el ranking de caracoles. La verdad es que no estaban muy bien conseguidos y las medias raciones, comparadas con los otros bares que os hemos presentado, son un poco escasas.

Come caracoles. El Tapeador.

Bar El Cordobés-La Mezquita

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Hoy en El Tapeador nos trasladamos hasta la sevillana plaza de Santa María la Blanca, plaza conocida por muchos y zona de bueno bares. Os vamos a comentar lo que nos pareció uno de los más señeros y tradicionales: el bar La Mezquita.

El bar El Cordobés o La Mezquita se especializa en flamenquines caseros, de los típicos de Córdoba, claro está.
Nosotros para empezar abrimos boca con otro plato típico de la zona, el Salmorejo, que estaba riquísimo y no le faltaba un perejil, aunque a mi siempre me sobra esa cucharada de aceite que le echan por encima en casi todas partes, pero es que soy muy mijitosa.

Un consejito que os doy es que preguntéis por las especialidades del día, que están fuera de carta. Ese día tenían chuletitas de pavo y chipirones rellenos, y los dos platos me llamaron muchísimo la atención así que pedí una tapa de cada uno.

Las chuletitas estaban simplemente exquisitas, venían con buenas patatas cortadas en rodajas, guisadas con su salsa y su verdurita, las chuletas eran dos finitas pero muy muy ricas.
Los chipirones estaban rellenos e igualmente guisados, servidora es muy fan de los chipirones en todas sus vertientes y siendo sinceros, es una tapa bien difícil de encontrar fuera de la especialidad "a la plancha". Tampoco me decepcionaron, suaves pero en su punto y sin ningún desperdicio.

Sobre los flamenquines diré que son enormes y también venían acompañados de las mismas patatas guisadas, la tapa es un poco más elevada de precio que las demás, pero si sois amantes de este plato no dejéis de probarlo en La Mezquita, porque merece la pena.

Para terminar probamos con la pavía de bacalao, fresca y bien frita, y sobretodo nada aceitosa, que es lo que importa en este plato. Otra muy buena elección. Los precios son muy económicos para como se está cotizando ahora esa zona, así que nos salió muy barato, con café y postre incluido.

El único punto negativo es que pedimos un trozo de tarta de chocolate de postre y no nos gustó demasiado, estaba demasiado fría y demasiado seca, mejor darse un paseo después y buscar una heladería o confitería.

Como veis casi hicimos pleno, toda la comida la bañamos con Cruzcampo bien fría, aunque hacía fresco estuvimos en la terraza, en la que a medio día da el sol y es muy agradable, el servicio fue atento y aunque en un principio no tenía muchas expectativas en este local está claro que me equivocaba de todas todas, y me quedan pendiente por probar sus boquerones en vinagre y su solomillo al whisky, del que me han hablado maravillas. Desde entonces lo recomiendo a todo el que me pregunta donde comer por la zona.

Valoración:


Café Bar Mega

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Comer es una pasión y eso mismo es lo que intentamos transmitir en El Tapeador con nuestras críticas. Hay sitios por los que sientes pasión y así lo transmites. Hoy os traemos al café bar Mega situado en la calle Macasta (detrás de la calle San Luis, para ubicaros). Tenía muchas ganas de hacer esta crítica porque desde el primer día que me llevaron me quedé totalmente enamorada.

Hamburguesa Jack Daniel's- Café Bar Mega.
De Jack Daniel's
El Mega es un bar de los de siempre que hace un par de años cogieron dos chicos: Salva y Javi y fusionaron la comida tradicional y de toda la vida con una imaginación tremenda. ¿De dónde sino iba a salir el mantacobo o las croquetas de wasabi

Comenzaré por las bebidas. Su marca de cabecera es Pepsi, la cerveza vale 1€ y los miércoles hay cervezas internacionales por 2€. 
Crujipollo

Hamburguesa Yankee- Café bar Mega
Yankee 
Y ahora, lo más importante... ¡la comida! La carta del Mega comprende alrededor de ocho tipos de hamburguesas: crujipollo (con rebozado crujiente), de pollo con guacamole, de buey, con salsa Jack Daniel's, mexicana (un poco picante porque llevan pico de gallo y habanero verde), la yankee (con un huevo frito) y alguna que otra que se me ha quedado en el tintero porque claro... ¡no las he podido probar todas! Y todas vienen acompañadas de  patatas fritas caseras y cortadas muy grandes. Los precios de las hamburguesas oscilan entre 4€ y 6€. Mi hamburguesa preferida es la de buey y entre mis amigos ganan posiciones la crujipollo y la Jack Daniel's.


Surtido de croquetas- Café bar Mega
Surtido de croquetas 
Serranito relleno- Café bar Mega
Serranito relleno
Hamburguesa mexicana- Café bar Mega
Mexicana
Hamburguesa de pollo con guacamole-Café bar Mega
Pollo con guacamole 

Más platos deliciosos: las croquetas. Tengo que decir que casi no puedo hacer crítica de este apartado porque he ido muchísimas veces y sólo he conseguido probarlas la última vez. Pero tanta espera tuvo su recompensa porque las croquetas de salmón, de gambas y de cabrales estaban deliciosas. Las tapas traen dos croquetas ¡pero vaya croquetas! y la ración doce. Aún estoy relamiéndome de gusto. Estoy deseando volver para seguir probando croquetas, tengo pendientes las de wasabi y las de atún con pimiento. 

Hamburguesa de buey- Café bar Mega.
De buey




Otros platos que es imprescindible pedir: nachos, con su puntito picante; guarritos, tiras de cerdo fritas con mojopicón; jalapeños rellenos de queso cheddar y el serranito relleno, el hermano pequeño del mantacobo: filete de cerdo con pimiento y queso en su interior y empanado. 

Nachos- Café bar Mega.
Nachos



Platos que me quedan por probar y esto será si consigo alguna vez leer la carta- pizarra y no obsesionarme con las hamburguesas ;-) 
1. Mantacobo: dos filetones de cerdo rellenos de pimiento y queso y empanado. 
2. Tortilla de patatas con salsa al whisky. 
3. Pechuga a la parmesana. 
4. Albóndigas. 
5. Piruleta de langostino.
6. Croquetas de todo tipo.
7, 8, 9..... en realidad toda la carta. 

Tienen también postres. No sé todavía cómo pero conseguí probar la tarta de tres chocolates y la de Oreo. ¿Mi favorita como amante del chocolate? La de Oreo ¡ñam ñam!
Tarta de oreo- Café bar Mega.
Tarta de oreo 


Guarritos- Café bar Mega.
Guarritos
¿Qué decir del servicio? De diez. Te sientes totalmente como en casa. Viene el camarero a tomarte nota, charla contigo, te aconseja... Es cierto que si el bar está un poco lleno no hay un trato tan personal, pero aún así no te sientes abandonado como en otros sitios. 

Datos de interés: los domingos con la cerveza ponen paella gratis. 

Y aquí tenéis sus perfiles de Facebook y Twitter por si queréis seguirlos en las redes sociales. Son súper activos y responden enseguida a cualquier pregunta. 

Y por todo esto, nuestra valoración no podía ser otra :-D  






 
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